jueves, 7 de julio de 2016

Resúmenes recibidos para publicar




Acosta, Yamandú

“Utopía hoy”

La propuesta se articula en tres secciones.
En la primera se considera la utopía en cuanto al origen y significado de la palabra, como idea-fuerza y como condición humana, como género narrativo fundado por Utopía de Moro, los tipos de utopía que se pueden distinguir en razón del entrecruzamiento entre la ambigüedad descriptiva y la ambigüedad valorativa que en cada utopía narrativa puede tener lugar, el adjetivo “utópico” y sus implicaciones en algún contexto de discusión, su relación con la esperanza y con la ideología, utopismo, anti-utopismo y realismo como construcción de lo posible, función utópica del discurso.
La segunda sección considera ideas-fuerza de Utopía de Moro que se consideran válidas y vigentes en una perspectiva instituyente en 1516 y también quinientos años después, en 2016.
En la tercera y última sección se presenta desde un discernimiento de las utopías la alternativa de otro mundo posible frente a la totalización del mercado a través de la recuperación del estado de derecho a partir de los derechos humanos, tal como lo viene elaborando el pensamiento crítico en América Latina en una de sus expresiones paradigmáticas. La validez y vigencia instituyente de Utopía de Moro en sus ideas-fuerza consideradas se hacen, en el actual contexto, evidentes.

Acosta, Inés 

“Exilio y utopía. La búsqueda de un espacio otro en la poesía de Alejandra Pizarnik y Cristina Peri Rossi”

Partir al exilio y emprender un camino para hallar un territorio no definido, un sitio no marcado, un no lugar. Éxodo literario. Búsqueda de un espacio utópico. Son conceptos e ideas que se proyectan en los textos de algunas escritoras cuyas literaturas rompen con lo hegemónico. Idea que las vincula en una red semántica e intertextual, ligadas a un “continuum lesbiano”, utilizando los términos de Adrienne Rich. Al definirse como extranjeras y exiliadas surge la necesidad de contar con un espacio otro, un lugar sin patria, en el entendido de que la noción de patria las excluye. Ya en 1938 Virginia Woolf planteó, a través de su ensayo Tres Guineas, la cuestión de la mujer como apátrida abriendo otras modos de ser en el mundo: “Como mujer, no tengo patria. Como mujer, no quiero patria. Como mujer, mi patria es el mundo entero”. Al igual que Woolf, la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi y la poeta argentina Alejandra Pizarnik se plantean el mismo objetivo: hallar un lugar sin nombre, sin fronteras. Woolf utiliza el término “outsider” para referirse a aquellas mujeres que no gozan de los privilegios de la patria. De esta manera propone la creación de una Sociedad de las outsiders con un manifiesto feminista que apunta a la creación de otro lugar más habitable. Es entonces que la noción de extranjería y exilio las lleva a esta búsqueda utópica. Una búsqueda que se potencia a lo largo de sus textos y que encuentra en el lenguaje una morada, un espacio habitable, transitorio, propio y ajeno a la vez. Abordaré la noción de utopía a través del ensayo Feminismo, pacifismo y utopía de María Luisa Femenías, dónde la autora toma las ideas de Lucy Sargisson que aborda las utopías ya no desde su programa perfecto de acción futura sino desde un enfoque que privilegia su función. “Considera al utopismo feminista contemporáneo fundamentalmente transgresor, priorizando el proceso por sobre los resultados y reconciliando utopismo y postestructuralismo. Cuando la capacidad imaginativa del pensamiento utópico se entrecruza, ante una realidad hostil, con la crítica feminista, la separación entre utopía y pensamiento utópico, sostiene, se torna confusa cuando no inútil’’ (Femenías).La importancia entonces de la búsqueda de estos espacios utópicos se centra en este proceso de exploración, más que en su realización, que lleva a la creación literaria. “Creo que, de todos, el poeta es el más extranjero. Creo que la única morada posible para el poeta es la palabra” (Pizarnik). El lenguaje se constituye en una heterotopía, en el entendido de Michel Foucault, donde se yuxtaponen en un lugar real varios espacios que normalmente serían, o deberían ser, incompatibles.


Albistur, Gerardo

E-democracy. Crítica de una utopía democrática y comunicacional”

Con una suerte de juego de palabras, y alertando sobre la apertura a derivaciones sustancialmente autoritarias, Franco Chiarenza se preguntó “E-democracy un pericolo per la democrazia liberale?”, en un artículo que reflexiona sobre las consecuencias de la relación cada vez más estrecha entre política y comunicación. Se trata de una discusión con la copiosa bibliografía que indaga sobre a las posibilidades de rendimiento de los nuevos sistemas de comunicación como herramientas efectivas para sobreponerse a la representación política y la mejora de la democracia, que ha surgido en torno a neologismos como e-democracy o e-participation.
El hecho es que en las primeras décadas del siglo XXI, el desarrollo de las tecnologías digitales de la comunicación ha contribuido a revitalizar el empeño por la construcción de modelos de participación política que suponen, en contrapartida, una crítica a la democracia representativa. Los argumentos suelen explorar sus insuficiencias, y observan a  las  tecnologías  de  la  comunicación  como  instrumentos  que  permitirían  superar  los obstáculos para una participación activa de la ciudadanía en los asuntos públicos, concebida como la solución a los problemas de las democracias realmente existentes.
Sin embargo, es preciso anotar que toda referencia a una relación virtuosa entre comunicación y política –sobre todo bajo la forma de una relación entre tecnologías y proceso democrático–, proyecta una singular convergencia entre dos utopías, de modo tal que las utopías políticas con el horizonte claro de perfeccionamiento, parecen confluir con esa “utopía de la comunicación” que está en el origen de su conceptualización teórica.
Puesto que “la utopía de la comunicación está obsesionada por la voluntad de instaurar una sociedad armoniosa y sin conflictos, un mundo en el que todo sea producto del consenso […]”, la convergencia es evidente, como axiomática es la valoración positiva sobre implementación de mecanismos de democracia directa en estos planteos. De lo que se sigue que la cohesión, el entendimiento, la avenencia y la consecución de valores comunes resultan premisas tan necesarias como convenientes para el éxito de un modelo que se expone como la oportunidad para el avance y la expansión de la democracia.
En consecuencia, la e-democracy encierra una crítica a un modelo determinado de democracia, al tiempo que propone un ideal de perfeccionamiento sustentado en la acción directa de una ciudadanía en red. De lo que se desprende que la intensidad y la extensión de su participación, ahora posible en las redes informáticas, es en sí misma beneficiosa. Si este es el caso, será preciso no dejar de lado la reflexión sobre el significado de esta concepción, en rigor poco novedosa aunque tecnológicamente actualizada, respecto a la democracia realmente existente.


Altamirano, Héctor

Las democracias para la liberación como utopía nuestroamericana”

El trabajo que se presentará toma la idea que hizo pública T. Moro hace 500 años: un país ideal, en donde los seres humanos viven en un clima social de armonía. Dicha idea tiene una gran potencia para el pensamiento y la acción de sujetos y colectivos que pretenden cambiar la realidad existente. 
Se realizará una aproximación sobre aspectos mundiales, regionales y locales, los cuales creemos nos permitirán argumentar la necesidad de cuestionar lo que sucede en nuestras sociedades contemporáneas. 
Sobre la temática de la utopía existe una extensa bibliografía en nuestraamérica. Este trabajo se detendrá en parte de la obra de tres autores que son referentes en la temática que nos convoca: Roig, Hinkelammert y Cerutti Guldberg. Acercarnos a parte de la obra de estos autores nos permitirá reflexionar sobre la importancia de la utopía para pensar y comenzar a explorar otros mundos que hoy se vuelven necesarios.
Finalmente se propondrá pensar a la democracia como camino de liberación de los seres humanos. Hoy las democracias que hemos denominado hegemónicas (Altamirano, 2016) no tienen en cuenta dos aspectos fundamentales de la vida: los seres humanos y la naturaleza. De esta manera se propone pensar-actuar en dirección de proyectos liberadores (y por tanto utópicos), en donde los seres humanos se transformen en sujetos de los cambios.
Como dijo C. Moreira (2015) creemos que “lo que importa de los autores es lo que les podemos hacer decir hoy; no la exégesis de lo que en realidad dijeron condicionados por la historia de su tiempo”. 


Alvira, Pablo

“La dimensión utópica en el cine de intervención política (Argentina y Brasil, 1962-1974)”

Estudiar las décadas de 1960 y 1970 en América Latina implica observar un encuentro explícito entre arte y política, una suerte de fusión transitoria de ambos campos. En este sentido, la noción de “estructuras de sentimiento” nos parece válida para situar lo acaecido con el cine militante o de intervención política en su contexto político-cultural: la existencia de un imaginario crítico compartido, desarrollado desde fines de los años cincuenta y que se tornó revolucionario hacia fines de los años sesenta, del que participaron los cineastas junto con otros artistas e intelectuales. En ese contexto, aspectos claves de los discursos de las “nuevas izquierdas” permearon la producción cinematográfica militante. Uno de ellos es un “modo utópico”, que surgía fragmentario, a veces fugaz, pero profundamente enraizado en el presente.
Analizando en clave comparativa una serie de filmes brasileños y argentinos realizados entre 1962 y 1974, se abordará aquí una cuestión hasta aquí poco explorada: ¿Qué indicios hay en estos filmes de la sociedad justa e igualitaria que debía construirse luego de la revolución? ¿Cómo se imaginaba esa suerte de “tierra prometida” que era la construcción del socialismo?  El problema de la sociedad alternativa al capitalismo (o su encarnación en “neocolonialismo”, para la izquierda) puede rastrearse en los filmes de intervención política como una vía sugerente para reconocer el imaginario de la nueva izquierda latinoamericana respecto al futuro.
No obstante el pertinaz ensimismamiento con los medios y un frecuente olvido de la reflexión acerca de los fines que pesó sobre las izquierdas del siglo XX, es posible  constatar en aquella trama heterogénea de programas y estrategias de las izquierdas argentina y brasileña la existencia de un imaginario de futuro, antagónico al de las clases dominantes.  Escudriñar en los filmes dicho imaginario implica un atento trabajo de análisis buscando algo que no siempre emerge prístino y aislado, sino que aparece junto una serie de temas conexos: la violencia política, los sujetos de la revolución o las interpretaciones del pasado. Con esta ponencia se intentará una entrada diferente a la historia del cine político latinoamericano, a la vez que se pretende sumar elementos a las discusiones acerca de izquierda, revolución y utopía en la historia reciente de Argentina y Brasil.



Andriulis, Emanuel

“Utopía e idealismo en una literatura de la diversidad”

Entendiendo lo diverso en su raíz etimológica, “girar en dirección opuesta” (divertere), es decir, bajo una significación implícita de alejamiento, distanciamiento de lo real, es que podemos llegar a plantearnos desde un principio la vinculación de una literatura catalogada como de la diversidad por nuestro grupo de investigación y el concepto de utopía manejado por Tomás Moro en su obra de 1516.
La organización de una sociedad perfecta, imaginada y “separada” de las circunstancias reales, considerándose así una idea universalista del bien y la justicia, es un tópico que podemos encontrar inusitadamente en cualquier obra ficcional. No obstante, la literatura de la diversidad, conformada por un grupo de autoras y autores enmarcados en la línea del homoerotismo, potencia dicha circunstancia. Al no encontrar el espacio del decir (poema de Alfred Douglas, Two loves cuyo verso final es: “The Love that dare not speak its name”, 1882, utilizado en la sentencia contra Oscar Wilde), el autor se proyecta una idealidad en la que hallará su libertad.
Considero pertinente entonces partir desde la noción de idealismo, donde se encuentra el motivo filosófico que señalará en el futuro las obras literarias de autores simbolistas, decadentes y modernistas, todos ellos consecuentes de ese gran espacio que ocupó el romanticismo artístico. La evolución que toma el concepto desde Platón, desde la separación entre el mundo material y las Ideas donde constituía la realidad, en Hegel se muestra como estrategia de lo finito en su dialéctica para el desarrollo de lo Absoluto. El motivo histórico que subrayó el principio del siglo XIX era la necesidad de la reafirmación de un carácter nacional; para ello la mirada del conocimiento y de la consciencia de la identidad del individuo demandó ser revisada. La añoranza en primer lugar al mundo clásico (en Hegel, mirar a la polis griega como modelo utópico), luego realzar una misma subjetividad empleada en sentimientos de pertenencia por ese mismo desarraigo de lo arcaico y armónico, y la formación de una educación con mirada política de lo bello en Schiller, muestran cuan decididamente estas nociones dan puntos de apoyo en las obras de los autores auto proclamados “exiliados” que integran una literatura diversa.
En mi trabajo utilizaré la correspondencia (ed. Homenaje 1975) y parte de la obra de María Eugenia Vaz Ferreira, considerada integrante de nuestro romanticismo nacional tardío y miembro del Modernismo. En su conjunto se ve las influencias claras al mundo germánico –referencias que la autora anteponía a sus biógrafos, Parnaso Oriental, 1905, cartas.-, y en concreto al idealismo alemán en sus propias especificaciones de su mirada a lo “puro”, lo arcaico, la conjunción de lo místico con lo filosófico y su propia vida; “divagar es mi eterna costumbre desde mi intrincada selva” (cart. Complem. Ed Homenaje, BN, 87).


Arias, Cecilia

“Pensamiento y acción utópica en Uruguay 1942- 1952” 

Se abordará el pensamiento y la acción utópica dominante en el período en estudio a partir del análisis del discurso y la acción del elenco político que dirigió el país y del pensamiento de Carlos Vaz Ferreira, la utopía del Uruguay integrador-democrático y se dará cuenta de otras utopías que convivieron y se enfrentaron como la que se expresó en el semanario Marcha o la que nucleó a un grupo de artistas en el taller de Torres García que invitaba a pensar y crear desde el sur.


Artasánchez, Vanesa

“Utopía, heterotopía y literatura de la diversidad”

La concepción más tradicional de utopía refiere a la construcción imaginaria de sociedades perfectas, donde sus habitantes tienen cubiertas sus necesidades y son felices, siendo la base de esa sociedad ideal una rígida organización donde cada individuo es funcional al mecanismo social, esto se puede apreciar en la República de Platón y también en Utopía de Moro donde esa rigidez estaría al servicio de garantizar el principio de igualdad.
 Entonces para trabajar los conceptos de utopía y de diversidad que en principio parecerían incompatibles recurriré al concepto de heterotopía de Michel Foucault porque nos habilita a pensar en un lugar otro o en un contraespacio. Los espacios heterotópicos son espacios creados por cada sociedad, espacios que funcionan como una válvula de escape y su carácter de construidos o artificiales no dista tanto de la construcción de la isla Utopía puesto que está en su origen era una península que el rey Utopo transforma, es decir, construye en isla.
Contraespacios por excelencia los son el manicomio, la cárcel, el jardín, la sala de teatro y de cine puesto que son espacios que se incrustan en el espacio y tiempo cotidiano pero que al mismo tiempo no participan del mismo, tienen otra relación con el tiempo y otras reglas para movilizarse en él. Es así, a través del concepto espacio heterotópico que podemos considerar a la literatura como contraespacio puesto que instala un tiempo y espacios diferentes que son el de la ficción y la lectura; espacio heterotópico del que además podemos dar cuenta por sus efectos puesto que modela una visión de mundo, de identidades y subjetividades.
Dentro del espacio de la literatura nuestro grupo de trabajo ha encontrado ciertas conexiones temáticas, alusiones, citas, figuras retóricas que conforman el espacio de la literatura de la diversidad y que tienen una importancia sustantiva en tanto se convierte en un espacio donde se encuentran y dialogan estas escritoras y a la vez visibilizan la temática homoerótica corroyendo la resistencia y ganando un espacio en el que habitar. El trabajo abordará algunos aspectos de la narrativa de Sylvia Molloy como ser la construcción de un espacio fronterizo que se consolida de distintas formas: frontera idiomática a través del plurilingüismo tanto de la autora como de sus personajes; la frontera entre autobiografía, autoficción y ficción; el tránsito entre el registro académico y el literario y la creación de una red de referencias que construye un espacio intertextual.


 Bermúdez, Laura

“La pintura de Jeronimum Bosch como expresión utópica”                
                                              
En este año 2016 se cumplen los quinientos años de la publicación de la Utopía de Tomás Moro (1478-1535) y la misma cantidad de tiempo de la muerte del pintor flamenco Jeronimum Bosch (Ca. 1453-1516)
En este trabajo deseamos demostrar cómo Bosch -conocido como  El Bosco en el mundo hispano- a través de su tríptico El Jardín de las Delicias, expresa un deseo tremendamente utópico en los tres paneles que se exponen al mundo en estos momentos en el Museo del Prado de Madrid.
Bosch desempeñó su trabajo pictórico, primero como ayudante de pintura y diseñador de vitrales, siguiendo la tradición familiar cristiana de siglos y luego como dibujante y pintor en su ciudad natal, s’-Hertogenbosch, o Bois-le-Duc, o Bolduque, en el Bravante de los Países Bajos que en la actualidad abarcan lo que se denomina el Benelux: Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Bosch integró además la Hermandad de Nuestra Señora y de los Hermanos de la Vida en Común que se suponía hacía posible a los laicos acceder a la plenitud de la vida religiosa.
Por su parte, Tomás Moro, nacido y muerto en Londres, proviene de una familia de clase media, cristiana y a pesar de haber estudiado derecho para satisfacer los deseos de su padre, finalmente se sumerge en el mundo de la política y los enfrentamientos religiosos que lo llevaron a esa isla soñada que llamó Utopía y finalmente a la muerte.
Ambos autores eran cristianos, contemporáneos y habitaban el norte de Europa que comenzaba una nueva etapa, un renacimiento, tanto económico, cultural como religioso y se descubría un mundo nuevo, América, la Tierra sin Mal. 
Tal vez no sea casualidad tanta coincidencia en ambas vidas.
Este trabajo tratará de demostrar que el tríptico de Bosch El Jardín de las Delicias es una expresión utópica manifestada a través de una iconografía influenciada por las miniaturas medievales que estaban cargadas de un gran simbolismo y la fe cristiana que sueña un mundo fuera de este mundo.


Blasina, Gonzalo

“Utopía, distopía y calidad. Consumidor-Ciudadano”

Google (ingeniería y filosofía) = Cerca de 1.230.000 resultados (0,35 segundos)
Es el 25 de julio de 2016 y acepto la invitación al simposio sobre Utopías. 500 años después, Tomás Moro sigue siendo referente intelectual. En lo personal, me fascina disponer tan rápido como en 0.35 segundos de cerca de 1.230.000 resultados que relacionan la ingeniería con la filosofía, disciplinas que a priori no se conoce que estén tan íntimamente conectadas.
Curiosamente, no se relaciona la ingeniería tan frecuentemente con la gestión, aunque los aportes de la ingeniería, a través de personalidades como William Edwards Deming, Joseph Moses Juran o Kaoru Ishikawa, a la gestión son de impacto global. En particular la Ingeniería Industrial se especializa en mejorar los métodos de gestión.
Pero la gestión de calidad y la ingeniería pueden llevar a la utopía o a la distopía, y a cinco siglos de la obra de Moro, la Historia nos muestra ejemplos en ambos sentidos. Es claro que las decisiones que tome cada individuo, tanto en su rol de consumidor como de ciudadano, modelarán las sociedades en su camino hacia la utopía o hacia la distopía.
El trabajo pretenderá relacionar a referentes de la gestión actual como los mencionados con el lento avance hacia mejoras en las sociedades actuales.


Busquets, José Miguel & Delbono, Andrea

“Las transferencias monetarias no contributivas: el horizonte utópico de la renta básica”

Este artículo tiene como objetivo presentar un análisis de las diferentes opciones posibles de transferencias monetarias no contributivas, en comparación con la propuesta de la renta básica, a partir del modelo de análisis de negociación de la Escuela de Harvard. El mismo se estructura en tres secciones. En la primera, comienza por presentar el modelo de negociación de la Escuela de Harvard. En la segunda, describe una tipología de políticas sociales, y una tipología de transferencias monetarias. Por último, en la tercera parte, muestra los intereses, las opciones posibles y los respectivos criterios de legitimidad. Finalmente, dejamos constancia de algunas observaciones para empujar opciones utópicas en un escenario ganar-ganar.


Camejo, Marina

“El papel de la educación en la República utópica de Platón”

En este trabajo me propongo indagar el papel que la educación posee en la organización política propuesta por Platón en República. Mas entiendo que no tiene pertinencia realizar tal indagación si previamente no aclaramos porqué resulta importante la misma. Corresponde preguntarse por la incidencia que la educación posee en la República en tanto la misma puede ser considerada una utopía.
Resulta dificultoso determinar, e incluso a riesgo de caer en anacronismo, si la República de Platón es o no una utopía. En el ámbito académico no hay consenso respecto a cómo clasificarla. Esto por varias razones, la primera es porque la palabra Utopía aparece de la mano de Tomas Moro (1516) con el fin de denominar a una sociedad, que poseía determinadas características. En segundo lugar, porque la obra de Moro da nacimiento a la utopía como género literario. En tercer lugar, hay que advertir que en ocasiones se confunde con pensamiento utópico (Mannheim, 1936). Es decir el pensamiento utópico es el resultado de la lucha política cuando a partir de la lucha de clases, algunos grupos oprimidos están interesados desde una perspectiva intelectual en la destrucción y en la transformación de un determinado orden social. Este último punto no parece ser atendible en este contexto platónico. No es atendible porque aparentemente no corresponde hablar de luchas de clase, pero además porque la obra de Platón no dio lugar al nacimiento de ningún movimiento político.
Por lo que si la utopía como género literario puede identificarse como tal a partir de la presencia de ciertas características entonces es posible considerar a la República de Platón como un antecedente histórico de Utopía de Moro. Claro está que esto nos obliga a delinear tímidamente algunas de dichas características: asunto sobre el que versará la primer parte de esta contribución.
Una vez presentado lo anterior, estaremos en condiciones de exponer y discutir cómo es preciso educar en una sociedad cuya organización social se encuentra sustentada en el tipo de alma que poseen las personas, y donde tal identificación no permitiría entre otras cosas la movilidad social. Resulta ineludible preguntarse cómo deben ser educadas estas almas que desde nuestra perspectiva se encuentran condenadas por su propia naturaleza pero sin perspectiva de cambio. Educación que es diferencial al tipo de alma pero que la vez busca sacar lo mejor de la misma.
Por lo que teniendo en cuenta esto último cabe preguntarse si la propuesta platónica puede entenderse en busca de un mundo mejor y desde qué presupuestos.


Cardozo, Mayra

“Mary Wollstonecraft. Utopía de una feminista moderna”

Mary Wollstonecraft nace en la Inglaterra de 1759. Su vida está marcada por la coherencia entre sus dichos y sus actos, marcando una gran diferencia con las feministas de la época. Sus vivencias y obra, tanto como sus utópicos ideales la colocan como la primera feminista moderna.
La familia de la escritora pertenecía a la clase burguesa, pero al sufrir la pérdida de sus bienes a causa del despilfarro del padre, pierde su fortuna. Tratando de buscar formas para subsistir Mary trabaja como dama de compañía, niñera, costurera y profesora. Más tarde escribe artículos en una revista llamada The Analytical Review donde desarrolla su pensamiento, argumentos y su identidad literaria se afianza.
Los argumentos que Wollstonecraft presenta giran en torno a la defensa de igualdad para hombres y mujeres, en una educación que dignifique y de oportunidades. En ella coinciden ideales utópicos que se relacionan con sus creencias religiosas, el pensamiento revolucionario y los ideales ilustrados de la época, que poco a poco iban brotando.
La autora inglesa usa su voz para defender los derechos de la mujer, reclama la igualdad de los individuos apelando a una lógica implacable y un sentido de la justicia que tuvo muchos ecos en su época. Enfrenta sus opiniones y convicciones delante de grandes pensadores como Burke o Rousseau.
Mary no cayó, no escondió sus aspiraciones acerca de un mundo donde la educación sea igual para ambos géneros, donde se pueda dejar de considerar las capacidades intelectuales femeninas como inferiores a la de los hombres. Hizo que su voz se escuchara mediante la publicación de artículos y algunos libros, generando enemistades y desacuerdos en los ámbitos intelectuales y religiosos.
De la misma forma, su postura e ideales influenciaron y marcaron el pensamiento de la época. Escritoras posteriores la tomaron como ejemplo y referencia para formar sus argumentos. Entre ellas se encuentran autoras como Flora Tristán o Mary Nash.
Mary Wollstonecraft destaca en cuanto a su pensamiento innovador, su lectura atrapante y racional, lo contemporáneo de sus postulaciones y el valor, compromiso y seriedad con la que defiende vívidamente sus convicciones.
La ponencia rescatará las ideas que Mary defendió en contra de la opinión de la época, delante de autoridades y pensadores reconocidos, incluso los más progresistas, buscando el cambio que consideraba más justo.
La humanidad aún tiene muchas luchas por batallar, se nos presentan constantemente injusticia, violencia, abusos. Realidades que tiñen nuestro mundo de un color que nos desagrada. Para que nuestras generaciones puedan tener las fuerzas para intentar cambiarlo debemos presentarle ejemplos de personas tan tenaces como Mary, que con valor proclamó sus opiniones. Utopías como ésta aún deben ser escuchadas.


Ciasca Brandão, Júlia 

“Representaciones de la ininterrumpida y grotesca celebración carnavalesca en dos utopías de la Alemania del siglo XVII”

En el año 1640 se publicó Utopía, obra homónima a la de Thomas Morus, escrita por Jakob Bidermann, jesuita alemán e inquisidor de la Iglesia Católica en Roma. El autor, miembro activo de la cultura trentina, escribió el texto en latín con la finalidad didáctica de enseñar ejemplo y moral para los alumnos del colegio de los jesuitas en la ciudad de Augsburg.
En 1677, Christoph von Andreas Hörl Waltersdorf, de quien poco se sabe, tradujo el texto del latín al alemán y lo publicó bajo el título de Bacchusia oder Fastnachtland.
A excepción de algunas diferencias entre la obra original y su traducción, el texto se refiere al viaje de tres amigos a una tierra imaginaria donde los habitantes celebran un carnaval eterno, el caos es institucionalizado y se suspenden las reglas de buena conducta. Los viajeros experimentan las nefastas consecuencias de este "mundo al revés" y, finalmente, descubren que el mundo real, si basado en las virtudes y la moral cristiana, y sobre todo si guiada por la Iglesia Católica, se convierte en un lugar mucho más real, tranquilo y hermoso para vivir.
La tierra del carnaval es un mundo fantasmagórico y grotesco en que cualquier orden parece desarticularse. Rasgo esencial que fue lanzado como un factor determinante en las manifestaciones de lo grotesco es que no consiste en su propio dominio y en un fantasear totalmente libre (que no existe). El mundo grotesco es el nuestro mundo y no lo es. El grotesco tiene su fundamento precisamente en la experiencia que nuestro mundo, confiable y aparentemente ordenado, se pierde en la irrupción de potencias abismales, se desmantela en sus formas y se disuelve en sus estatutos.
Las representaciones de la ininterrumpida celebración carnavalesca de la tierra del carnaval adquieren relación con la realidad y, por lo tanto, permiten el acercamiento del lector con la cultura barroca de Alemania del siglo XVII.


Clemente Batalla, Isabel

“Las relaciones internacionales en un mundo de utopía”

Los inicios de la modernidad coincidieron con un interés nuevo en la proyección del futuro. El “redescubrimiento” de los textos de Platón, en particular La República y Las Leyes, la relectura de La ciudad de Dios, de San Agustín, y los descubrimientos de sociedades diferentes de la europea occidental, estimularon la construcción de modelos de Estados y sociedad sobre la base de valores de igualdad, justicia, paz y tolerancia. En la crítica de las prácticas políticas de los Estados europeos, la guerra aparecía como una grave “distopía” y los métodos de la diplomacia eran calificados como imperfectos.
El trabajo se propone analizar el aporte de Moro en conexión con la historia intelectual de su época a partir de su formación en estudios humanísticos y en derecho, su participación en intercambios y debates entre intelectuales, las influencias diversas que incidieron en su obra, en especial las obras de San Agustín, Pico della Mirándola, Marsilio Ficino, y los humanistas de su generación, sobre todo, Erasmo de Rotterdam.
La experiencia de Moro como diplomático durante el reinado de Enrique VIII y su contacto con los debates de su tiempo sobre el descubrimiento de América y los derechos de la conquista, la guerra justa, la esclavitud, el comercio y el derecho internacional, y su formación en el estudio del derecho y en el ejercicio de cargos públicos, proporcionaron la base para una visión de las relaciones internacionales diferente de la realidad que caracterizaba el proceso real de la construcción del sistema de Estados modernos.
Los grandes problemas de una época que asistía a los orígenes de las relaciones internacionales tal como las conocemos hoy, los derechos  generados por el descubrimiento de nuevos continentes y océanos, la condición de los habitantes de esos territorios y la colonización, la regulación de nuevas formas de comercio como el tráfico de esclavos, las prácticas de la guerra como el empleo de mercenarios, la circulación de personas, y los métodos de la diplomacia, son reelaborados en Utopía en torno a conceptos nuevos y antiguos como la idea de una “comunitas orbis” expuesta inicialmente por San Agustín, el ius gentium formulado en la antigüedad romana, y las ideas de justicia y condición humana del humanismo italiano del siglo XV.
El trabajo examinará el modelo de nueva diplomacia, guerra justa, tratados internacionales, comercio exterior y acuerdos de paz que Moro propone en Utopía.


Courtoisie, Agustín

“Utopía de Tomás Moro: tres dilemas de su vigencia”

Estas líneas se proponen señalar tres dilemas que la Utopía de Moro plantea a cada nueva generación de lectores: a) los riesgos de la expresividad utópica; b)  las dificultades de la insularidad utópica ante las perspectivas de una mayor territorialidad; c) mostrar que una vez  que se recrea el lenguaje utópico (evitando sectarismos o endogamias) y se supera la insularidad conceptual (involuntariamente defensiva y aislacionista a la larga), pueden encontrarse ejemplos nada desdeñables de concreciones afines al legado de Moro.
Desde el “mito de los hombres de metal” en La República de Platón y su anhelo de una sociedad que legitimara una rígida división en clases sociales, hasta la prospectiva de Marx y Engels de un futuro sin ellas, llegamos a nuestros propios días donde se persiguen mitigaciones o diversas componendas entre ambos extremos. Esas tensiones parecen ser estructurantes, ciclos universales que hacen reaparecer cada tanto las energías utópicas latentes. El bien común, la propiedad común, la equidad, la paz, la vida sencilla, la tolerancia política y religiosa, señalan algunos de los deseos más profundos y constantes de las sociedades humanas. Es por eso que la Utopía de Moro parece erguirse invicta después de cinco siglos y su lectura ilumina la actualidad. Una vez que se acude a la Utopía de Moro, parecen dispararse complicidades o afinidades más o menos claras por todas partes, como en ondas expansivas.
Sin desconocer las distopías que ensombrecieron el siglo XX y el actual, el ADN utópico parece haber perdido insularidad y ganado territorialidad: Boaventura de Sousa Santos y su filosofía poscolonial; John Rawls y su “utopía realista” en The Law of Peoples (1999); Michael Walzer y su idea de la “guerra justa”; Slavoj Žižek en In Defense of Lost Causes (2008); Anthony B. Atkinson en Inequality. What Can Be Done? (2015), son algunos ejemplos.
Incluso ciertas ideas muy ligadas a la Utopía de Moro han ascendido por capilaridad, sin violencia aparente, a través de las burocracias internacionales: en 2015, los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron  los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, entre ellos, el fin de la pobreza, la reducción de las desigualdades, la producción y el consumo responsables. Esto no supone necesariamente abandonar el lenguaje militante por el tecnocrático, sino aceptar los heterogéneos procesos del empowerment utópico. Sin las contraproducentes insularidades de lenguaje y acción, se trata de mostrar la precariedad de cualquier realismo que crea poder prescindir de la imaginación, y la fortaleza de todo idealismo que pueda señalar la concreción gradual en el largo tiempo de tramos sustantivos de su programa.


Delio, Luis

“Rastros dispersos de una utopía racial nacional”

Hacia mediados de 1964, Real de Azúa inquietaba señalando: “El día que se trace la línea del pensamiento racista en Iberoamérica asombrará el volumen de una ideología entrelazada a lo más "oficial" de nuestras definiciones culturales”. Algunos intelectuales latinoamericanos como Waldo Ansaldi y Patricia Funes, convocados por el desafío de Real, examinaron lo racial en su texto: "Patologías y rechazos. El racismo como factor constitutivo de la legitimidad política del orden oligárquico y la cultura política latinoamericana" (1991). En ese trabajo el caso uruguayo tiene escasa densidad y nuestro propósito en esta oportunidad será examinar la cuestión racial nacional para poder responder a esta interrogante: ¿tuvo Uruguay su utopía racial? como otras naciones latinoamericanas.


Drews, Pablo

“El mito del buen salvaje en Utopía de Tomás Moro”

La obra de Utopía del pensador, teólogo, político y humanista inglés Tomás Moro, escrita hace 500 años en Lovaina, es considerada como una obra decisiva en el devenir del pensamiento occidental. La trascendencia y el impacto de este libro en los más diversos campos de estudio constituyen un claro ejemplo de que estamos ante un clásico del pensamiento y la literatura occidental. Ahora bien, dado su condición de clásico, deberíamos preguntarnos ¿qué elementos de Utopía nos permiten explicar su vigencia? La originalidad de Moro consistió en crear una comunidad ficticia, Utopía, en donde sus habitantes viven en un clima de armonía. Esta imagen del mundo bondadosa, amable, pacifica que brinda dicha comunidad, sin duda, contrastaba con la dura realidad de la sociedad europea del siglo XVI. De ese modo, la comunidad ideal diseñada por Moro tiene como objetivo plantear un otro lugar posible (utopía), ideal, y diríamos casi perfecto en las relaciones sociales de dicha comunidad, para señalar y desmontar los elementos que componen la sociedad real de su época. Y en concreto a partir de la comparación entre ambas comunidades, diagnosticar los males de la sociedad europea. A partir de este relato, el escritor inglés obliga a reflexionar sobre las posibles causas que aquejan la vida de las personas en la comunidad. Este sería uno de los posibles legados de Moro con su Utopía a 500 años de su publicación. 
Conviene señalar que la creación de esa comunidad ficticia y los sujetos que en ella habitan no proviene de la libre imaginación de Moro, sino que ella es el resultado de un ideal antropológico que tiene sus raíces en el cristianismo primitivo, en los mitos y relatos que van configurando en el Renacimiento la narrativa sobre el buen salvaje, y del contacto de los conquistadores con los habitantes del nuevo mundo. En esta ocasión nos proponemos mostrar y analizar el mito del hombre salvaje en el trasfondo de Utopía. Más en concreto, el objetivo de este trabajo consiste en poner de manifiesto cómo una las variaciones más interesantes de este mito en el Renacimiento, el del buen salvaje, opera como uno de los supuestos más relevantes en la construcción de esa comunidad ideal. Para desarrollar dicho objetivo presentaré, en primer lugar la idea de mito del hombre salvaje en el seno de la cultura occidental, apoyándome en Hayden White (1972), Joan Bestard y Jesús Contreras (1987) y Roger Bartra (2011); en segundo lugar, analizaré la interesante mutación renacentista de este mito como trasfondo conceptual en varios pasajes de Utopía de Tomás Moro.


Galimidi, José Luis

Utopía como texto crítico de la inmediatez abstracta”

En Utopía el personaje Morus sostiene algunas posturas enfrentadas con las de Rafael Hitlodeo, entusiasta vocero del modo de vida utopiense. El planteo de esta situación dialógica, entendemos, induce a leer el texto con cuidado, y abre el camino para conjeturar desacuerdos del autor Tomás Moro con algunas prácticas y actitudes afines al universo ético de la -supuestamente- óptima isla imaginada. Nos interesa enfocarnos sobre la crítica sugerida por Moro a diversas formas de la inmediatez. Según nuestra lectura, Rafael y los utopienses actúan y hablan como si no fueran conscientes de la riqueza que aporta la noción de proceso a la comprensión de diferentes aspectos de lo real, ya sea en lo práctico o en lo discursivo. Lo que lo utópico tiene de irreal, entendemos que propone el autor Moro, está conceptualmente ligado con este punto ciego de sus protagonistas.
En la isla, la noción de proceso está ausente de múltiples maneras. Por razones lógicas (dado que se presenta como óptima) la sociedad utopiense no puede admitir la posibilidad de cambios sustantivos en su estructura política, social o económica. Tampoco se nos explica cómo el pueblo del conquistador Utopo llegó alguna vez a internalizar la constitución el ethos de la constitución utopiense. Y, de modo simétrico, tampoco se ve que la federación utopiense asuma como propia la tarea de propagar por el mundo su forma de vida, ya como evangelización pacífica, ya como expansión militar. Rafael, por su parte, también aparece contaminado por esta sedicente perfección estática y autocontenida. Relata, sí, las excelencias que ha conocido allende los mares, y señala las miserias del mundo europeo, dominado por la soberbia. Pero monologa dogmáticamente. Nunca lo vemos preguntando, escuchando o admitiendo de buen grado la razonabilidad de posturas diferentes a la propia.  Tampoco está dispuesto a integrarse al gabinete de un equipo de gobierno. Como reafirmando, proféticamente, dos inmovilidades esenciales y contrapuestas. Allá, en Utopía, siempre estará todo bien; acá, en Europa, siempre estará todo mal.
Esta certeza sobre la inmovilidad aparece, como decíamos, contrastada implícitamente por la actitud de quienes reciben la novedad utópica. Morus, de un lado, conversa con Rafael, publica el registro de su encuentro y lo difunde entre sus amigos humanistas. Y, del otro, trabaja como funcionario de la Corona y de la city, y también propone una discusión con Rafael acerca del lugar del hombre de letras respecto del mundo de la práctica gubernativa. Es posible intentar, entonces, una lectura de Utopía como texto filosófico que reivindica los beneficios de incorporar a la percepción de lo real la dinámica generada por diferentes maneras del enfrentamiento, entre posturas o entre voluntades. Esta hipótesis se puede corroborar, de un modo indirecto, si contrastamos ciertas marcas de inmovilidad propias de la eidética utopiense con tres episodios teóricos eminentes de la filosofía política moderna, en los que, de un modo u otro, el proceso que lleva hacia una situación de mejoramiento de la condición colectiva está motorizado por la superación de condiciones iniciales de enfrentamiento. A saber: (i) el pacto hobbesiano que supera la condición natural de guerra de todos contra todos; (ii) el pacto dinerario en Locke, que propicia la productividad y la confianza recíprocas; y (iii) la sociedad cosmopolita en Kant como sentido de la Historia Universal, paradójicamente generada a partir de la insociable sociabilidad de los hombres.


Garcé, Álvaro

“Tomás Moro y dos utopías uruguayas del novecientos: la legislación protectora del trabajo y la humanización de la justicia penal”

La literatura suele caracterizar como utópico a todo aquello que, por esencia o por definición, se revela como imposible de realizar;  “toda utopía es ideal”, se ha escrito; “lo utópico es inalcanzable”, se repite; “Utopía es como el horizonte: más avanzamos y sin embargo siempre estamos igualmente lejos”.
Sin embargo, y aun asumiendo que algo de verdad encierran estos juicios, no menos cierto es que la filosofía también opera en el mundo. Más allá de su significado inicial -en cuanto meta, o punto perpetuo de referencia universal- el pensamiento de Tomás Moro se relaciona con algunos sueños uruguayos, que hace más cien años inspiraron políticas legislativas de avanzada.
Dos ideales típicos de nuestro novecientos, como la protección legal del trabajo y la humanización de la justicia penal, parecen preanunciados en el libro segundo de Utopía.
Al igual que en La República de Platón, y en el ideal de Cervantes -“pocas pragmáticas, Sancho”- los habitantes de Utopía se rigen con una reducida cantidad de normas  jurídicas -“muchas no les hacen falta”, asegura Moro- pues éstas son rigurosamente cumplidas. Tales reglas aseguran la justicia en las relaciones del trabajo y en la represión del delito.
El trabajo en Utopía es un bien social, equitativa y universalmente atribuido, que a nadie excluye, y del cual, sin excepción, los utópicos obtienen dividendos. Todos trabajan y a todos beneficia la limitación de la jornada laboral.
En materia penal, la idea de “ultima ratio” o mínima intervención, hoy devenida principio general de política criminal, explica por qué los utópicos han establecido unos pocos delitos. En cuanto a sus penas, si bien son severas en comparación con los criterios del Derecho penal liberal moderno, resultan significativamente más benignas que el promedio de la época. La tortura, erradicada de la isla, es para los magistrados una práctica prohibida y abominable.          
El ideal jurídico de Moro se resume en una premisa –legislación acotada pero eficaz- que produce un doble resultado: la equidad en el mundo del trabajo, y la justicia en el manejo del delito.
En este punto, el pensamiento de Moro conecta con dos sueños característicos del Uruguay de comienzos del siglo XX. Dentro del eje temático nro. 6 del Simposio (“El pensamiento y la acción utópica en Uruguay y América Latina”), el objeto de la presente investigación consiste en relevar la influencia de Utopía en la formulación de respuestas legislativas en nuestro país, en las materias laboral y penal, en el período 1900-1920.
En tal sentido, se profundizará en el detalle y en los antecedentes de las primeras leyes protectoras del trabajo (en particular, las leyes 5.032, 5.350 y 6.302) y en los fundamentos para la abolición de la pena de muerte (ley 3.238), y para la creación del sistema penitenciario nacional.


García Bouzas, Raquel

“Razón y locura en la crítica social de las utopías premodernas. Moro, Erasmo y Cervantes. Los viajes imaginarios y la denuncia de la injusticia en los relatos de los mundos del revés”

Se trata de un estudio comparativo de tres autores, provenientes de contextos intelectuales críticos, que responden las reiteraciones de la respublica christiana o proclaman las propuestas de la república de las letras ante la necesidad de mirar para atrás al mundo que se perdió y hacia adelante al mundo premoderno por pre industrial y por precapitalista en la bisagra de fines del siglo XV y el avance hacia el siglo XVII, sus supervivencias medievales y sus anuncios modernos. Nuestra mirada será desde el humanismo cívico y la teoría política, el pensamiento jurídico, el debate sobre la religión, el gobierno civil y el constitucionalismo, hacia la cultura popular y sus concepciones de justicia, en testimonios documentales de la vida cotidiana o del relato literario. Haremos nuestro propio viaje hacia el mundo imaginario de la historia.    
Presentaremos el debate de ideas, en sus diversos lenguajes conceptuales, explorando sus significados críticos, o por lo menos, sus expresiones históricamente más evidentes.  A partir de este punto, será más posible establecer las comparaciones vistas desde nuestro tiempo.


Gioscia, Laura

“Precarización ¿malas noticias para la utopía?”

Estamos lejos de poder extrapolar la crítica revolucionaria que Tomás Moro realiza al status quo en su obra Utopía al postular una sociedad feliz basada en la justicia y transformada por los propios seres humanos. Ya no podemos imaginar vivir en una comunidad política y moral que se conciba y actúe de modo más o menos acorde a ciertas formas de vida y creencias espirituales o religiosas comunes. La modernidad generó órdenes políticos e imaginarios sociales que vienen siendo socavados tanto por la globalización económica y cultural, como por la diferenciación sociocultural de cada estado particular.
Si algo predomina en el mundo actual es la precarización, en el sentido amplio de la palabra (no refiere solamente a la equidad y a la justicia social y política o a la inseguridad laboral y las aspiraciones a relaciones afectivas que perduren a lo largo del tiempo), es decir, a la totalidad de la existencia. Cuando las situaciones de “crisis” que involucran la precarización devienen cotidianas, las posibilidades de “ajustes” en nuestras vidas son cada vez menos viables y hasta casi inimaginables. Y son precisamente nuestros deseos y aspiraciones sobre lo que -de modo diverso-denominamos como “buena vida”, basados en ideales del pasado, los que coartan los accesos a la misma en el marco planteado. En este trabajo analizaremos diferentes comprensiones sobre la precarización. Primero, a través de una relectura de la precario desde el “optimismo cruel” en Lauren Berlant, que distinguiremos de la “promesa de la felicidad” tal como la entiende Sara Ahmed. En tercer lugar analizaremos la perspectiva de Laura Kipnis en “contra del amor” en el siglo XXI.  ¿Qué revisión crítica podemos realizar sobre este estado de cosas desde nuestros saberes y emociones situadas? ¿Cómo redimensionar este panorama desde nuestro propio contexto de producción? ¿Es posible incorporar otras dimensiones que podamos imaginar “en común” que involucren deseos de cambio como alternativa a estos aparentemente ineludibles modos de precarización?



González, Gabriela

“Entre utopías y retropías: la temporalidad de los movimientos”

Esta ponencia pone el foco en la importancia de analizar la temporalidad para comprender la matriz identitaria de los movimientos sociales y políticos. Nuestras memorias, desmemorias y proyecciones del futuro impactan nuestros discursos y prácticas en el presente. Las nociones de temporalidad no son meros procesos mentales sino que también tienen un efecto crucial en nuestras acciones y es importante considerar su rol en los movimientos sociales con el fin de comprender los procesos que operan en la construcción de sus identidades colectivas. ¿Cuál es el rol de la memoria en las proyecciones del futuro? ¿Cómo impacta sobre las organizaciones una preponderancia de la orientación hacia futuro? ¿Y hacia el pasado? ¿Importa la proximidad o distancia del pasado que se evoca? ¿Qué implica para las organizaciones tener una mirada hacia futuro eminentemente anclada en el pasado? Para explorar   estas   preguntas teóricas la ponencia parte de algunos casos empíricos (movimientos estudiantiles y juventudes políticas en el Cono Sur) y propone algunas categorías interpretativas para pensar las identidades de los movimientos sociales y políticos en el presente. En tal sentido, acuña la categoría de “retropía” para definir una forma retrospectiva de soñar, que viene a reemplazar aquel famoso lugar-que-no-existe, inventado alguna vez por Tomás Moro, por el lugar-de-la-nostalgia.


Guerra, Daniela

“Utopía y Socialismo del siglo XXI. Reflexiones desde la economía política”

El presente trabajo propone una mirada del Socialismo del siglo XXI propuesto en la Venezuela de Hugo Chávez Frías, a la luz de la obra de Tomas Moro Utopía.
Es en 1996, el pronunciar el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez su discurso de cierre en el V Foro Social Mundial, es cuando aparece el Socialismo del siglo XXI en el escenario mundial: “…no tengo la menor duda. Es necesario, decimos y dicen muchos intelectuales del mundo, trascender el capitalismo, pero agrego yo, el capitalismo no se va a trascender por dentro del mismo capitalismo, no. Al capitalismo hay que trascenderlo por la vía del socialismo, por esa vía es que hay que trascender el modelo capitalista, el verdadero socialismo. ¡La igualdad, la justicia!”.
Utopía denuncia situaciones de injusticia a distinto nivel, así como la preocupación de la igualdad de los seres humanos, proponiendo el diseño de una sociedad ideal. El Socialismo del siglo XXI, propuso como principios fundantes: democracia participativa y protagónica del poder popular, el socialismo de la igualdad y la justicia, una revolución, y la unidad nacional-popular y cívico-militar.
Desde el discurso y las acciones que inspiro posteriormente, inicio un proceso de transición al socialismo de la mano de un dirigente como Chávez considerado de “nuevo tipo” pero inspirado en unos “viejos tipos”1, que recuperaba una mirada no solo nacional para plantear alternativas sino en perspectiva regional.
Tomas Moro (1478-1535) es una figura representativa que recupera los ideales sobre la moral y la posibilidad de que el ser humanos alcance el bien constituyendo un proyecto para la acción, suponiendo que las acciones humanas deben regirse por ideales, sean realizables o no. La idea de Utopía de Moro, puede ser entendida como una sociedad diseñada como un ideal, que recupera los elementos político-económicos-sociales de su tiempo para plantear una alternativa. En nuestros días el socialismo del siglo XXI apareció como una utopía que con una dimensión concreta fue pensada como una alternativa al neoliberalismo y sus consecuencias en América Latina.
Veinte años después, se puede señalar, considerando los discursos del presidente Chávez como las políticas del gobierno venezolano llevadas adelante, que el socialismo del siglo XXI fue definiendo sus propios límites, en cuanto al verdadero alcance de las reformas de tipo socioeconómico que pudieron alcanzarse, y en términos de su política exterior.
Este trabajo, analizará las características del modelo venezolano de Socialismo del siglo XXI que tuvo rasgos innovadores y novedosos, que pudieron ser cercanos a la Utopía de Moro considerando la historia del siglo XX venezolana, pero que también mostraron fuertes semejanzas con reformas anteriores en América Latina y Europa, y que no lograron una verdadera transformación tendiente a la aspiración de Chávez de superar al capitalismo.



Guerra, Pablo

“Cooperativismo y Utopía: tras el legado de Moro y Buber”

En el año 1945 Martin Buber publicaba su obra en hebreo “Caminos de Utopía”, cinco años después traducida al alemán y más tarde al castellano. En el texto, Buber se propone no tanto el diálogo con Moro, sino el contrapunto con Marx y Engels en aras de destacar y valorizar el papel de los denominados “socialistas utópicos”. Es así que luego de repasar las contribuciones de autores que van (cronológicamente) de Saint Simon a Landauer, se detiene en el movimiento cooperativo, al que inserta dentro de las tendencias transformadoras de las revoluciones francesas y el cartismo, aunque a diferencias de éstas, el cooperativismo (“cooperativismo heroico” dirá Buber) se caracterizará por pretender crear una nueva realidad social, tal como se propusieron, entre otros, los Pioneros de Rochdale o las cooperativas francesas de producción lideradas por Buchez.
A 500 años de la obra de Moro que crea el neologismo “utopía” y a casi dos siglos del surgimiento de las primeras experiencias cooperativas, nuestra ponencia persigue como propósito analizar cuánto de utópico, en el sentido de búsqueda de un ideal comunitario, tiene el cooperativismo en los tiempos que corren. Nuestro argumento es que el movimiento de la economía solidaria viene a rescatar esas raíces transformadoras del cooperativismo, dando lugar a una racionalidad utópica que en el plano socioeconómico se distingue de a racionalidad del tipo homo oeconomicus que ha ido preconfigurando el modelo neoclásico hegemónico. Releyendo a Buber, encontraremos que muchas de las experiencias de economía solidaria contemporáneas se inspiran en el mismo ideal comunitario y transformador de las primeras experiencias del denominado “socialismo utópico” y que ellas esconden una racionalidad humanista que hemos denominado homo utopicus.



Herrera, Roberto

“En homenaje a los 500 años de Utopía. Una reflexión sobre su actualidad”

El presente artículo pretende meditar sobre la actualidad filosófica y política de la obra Utopía de Tomas Moro, el artículo se desarrollará en tres aspectos centrales: el carácter de su pensamiento, la importancia de la ciudad y la centralidad del trabajo. El artículo también pretender ser un breve homenaje a los 500 años de aparición del libro.


Langone, Pablo

“El pasado utópico. Estrategia conservadora”

A partir de la caracterización que la literatura local ha realizado sobre nuestras clases conservadoras, esta ponencia busca –tomando la metodología de la historia conceptual–, describir, a partir de un ejemplo, la estrategia conservadora de reconstruir de modo idealizado un pasado armónico para oponerse a un presente que busca transformarlo para alumbrar un nuevo futuro. Entonces, la utopía –ubicada en este caso en el pasado– funcionó como mecanismo de reacción que los sectores conservadores antepusieron a los nuevos tiempos y a las nuevas ideas. 
En este caso se analizará un texto del joven dirigente herrerista Walter R. Santoro Baratçabal, quien publica entre el 3 y el 10 de agosto de 1947 en “El Debate”, un trabajo elaborado con el fin de ser presentado en el Primer Congreso de Justicia Social. El texto, titulado “La Obra Social del Nacionalismo”, busca –según se lee ya en el primer párrafo– “[o]frecer una síntesis de la legislación social nacionalista…”.
La intención de nuestro trabajo es, entonces, repasar los argumentos que utiliza Walter Santoro al reseñar la obra social del nacionalismo, señalando el particular uso político que realiza sobre el pasado –y hasta del presente– en el texto en cuestión. Además, se reflexionará acerca de las intenciones políticas que se persiguen con la publicación del referido texto, suponiendo que busca pelearle el concepto de “justicia social” al reformismo, en una determinada coyuntura que, quizá, podría considerarse un “momento conceptual”.


Lavié, Claudia

“La utopía de la lengua universal en la temprana modernidad”

En este trabajo nos proponemos exponer algunos aspectos del pensamiento de dos autores del siglo XVI, Guillaume Postel (1510-1581) y Jean Bodin (1529-1596), que presentan rasgos utópicos. En ese sentido comenzaremos planteando brevemente el vínculo entre tal perspectiva y la primera modernidad, conexión que remitimos a un talante intelectual y, en los casos particulares que trabajamos (discursivamente contextualizados) a la novedosa experiencia de la alteridad. 
Se trata de reflexiones encuadradas en la Francia sacudida por la crisis institucional de la hugonotterie, tiempo en el que los humanistas se interrogaron por las condiciones materiales y espirituales de la compaginación de las diversidades confesionales, requisito esencial para la concordia universal a la que aspiran. Sus propuestas están inmersas en cosmografías características del XVI, y tienen en común visualizar el problema de la división como fractura de las lenguas, como problema de Babel. Exponentes de la sensibilidad humanista -diversa a la consagración de una razón trascendental única que caracterizaría a la filosofía moderna en su expresión más clásica- y predispuestos a la tolerancia, Postel y Bodin -en el marco de las guerras de religión- trasladarán sus propuestas de alcance social al plano utópico. Es en este nivel que hacen posible la sutura de la incomunicabilidad y así crean utopías en el caso de una comunidad hablante de una lengua universal y, en el otro caso, una apelación a la comprensión divina para saldar la diferencia.
En nuestra ponencia desarrollaremos las ideas de Postel en textos juveniles, donde aparece la procedencia de todas las lenguas del hebreo y que destaca la importancia de la lengua como instrumento de fusión entre los pueblos. Lo relacionaremos con su obra madura que sintetiza su metafísica y su propuesta política: De Orbis Terrae Concordia. En ella el postulado de armonía subyacente a la diversidad de la creación redunda en la extensión universal del cristianismo y la organización de un Imperio universal, pues la única vía de la concordia mundial es la homogeneidad política y lingüística.  
En el caso de Bodin- el jurista y teórico político más famoso de su tiempo- nos dedicaremos específicamente al Colloquium Heptaplomeres (1588), escrito en Francia en el transcurso de las guerras entre católicos y calvinistas, un diálogo de siete sabios de diferentes religiones sobre lo misterioso y lo sublime. Aunque distinto de la intención política de su obra más famosa, en este texto Bodin integra la aspiración política de orden con una mística de la armonía cósmica. De este texto nos interesa la socialidad -comunidad de sabios- como modelo político, pero sobre todo, el planteo de la diversidad de lenguas como problema. Este texto comienza con el interrogante sobre qué oraciones placen a Dios, cuáles suscitan su misericordia en momentos de peligro y culmina -irresuelto el interrogante por el destino de las humanas preces- cuando los personajes oran juntos o al menos, orar los unos por los otros como condición de amistad.


Lértora Mendoza, Celina

"Ecos de Agustín en Tomás Moro. Una propuesta para leer Utopía"

La consideración del pensamiento utópico renacentista oscila entre los criterios hermenéuticos rupturistas y los continuistas.  En ambos casos hay fundamentos histórico-críticos y textuales de significación, que no pueden desconocerse. La posición rupturistas suele estar atestiguada por los propios autores  y sus contemporáneos, en los cuales sobre se basan los historiadores. En el caso del pensamiento utópico renacentista, y en concreto de Utopía de Tomás Moro, hay alusiones específicas al rechazo de la filosofía escolástica (incluso irónicamente como ha señalado W.W. Wooden), es decir -podría concluirse-  al pensamiento filosófico medieval. Durante mucho tiempo se ha sostenido pacíficamente este punto de vista. Estudios más atentos, en las últimas décadas, han dado cuenta que el humanismo renacentista ha rechazado especial y expresamente la escolástica inmediatamente anterior, es decir, el nominalismo de finales del XIV y el XV, que dominaba en buena parte de las Facultades de Arte. Pero esto no implica el rechazo de una larga tradición medieval  completamente ajena (y hasta opuesta) a estos “moderni nominales”.
 Por otra parte, la formación académica de los autores católicos de los siglos XV y XVI no puede dejarse de lado como humus general de comprensión teórica y de cosmovisión. En el caso de Moro, su interés por Agustín de Hipona y por los franciscanos dice algo -o mucho- a favor  del punto de vista que presento. En este sentido asumo la hermenéutica de  H. A. Mason quien hace más de medio siglo defendió la interpretación del pensamiento de Moro como humanismo cristiano.
 Lo expreso en tres direcciones hermenéuticas a favor de los cuales argumentaré.

1. Que el pensamiento utópico del renacimiento y la primera modernidad recoge, en línea de continuidad, las ideas patrísticas y medievales de una propuesta alternativa de felicidad humana no escatológica, basada bíblicamente en la expresión “el Reino ya está entre vosotros”, y origen de las diversas formas de comprensión mística (milenarismo, edades del mundo).

2. Que la idea de un “lugar” real aunque casi inalcanzable se vincula con el tema judeo-cristiano del paraíso perdido, cuya búsqueda (al menos, de sus restos) atraviesa toda la literatura tardoantigua de los viajes iniciáticos, y luego de 1492, se inspira en los viajes de descubrimiento y conquista de América (Nuevo Mundo).

3. Que en el pensamiento utópico católico renacentista y post-renacentista y en concreto en Moro, un elemento integrante  del mismo es la contraposición agustiniana de las “dos ciudades”, como dos opciones de posibilidad real (la relación de Utopía con La Ciudad de Dios ha sido marcada por M. N. Raitiere). En Utopía analizaré estos aspectos en que se aprecian ecos de Agustín, directos y/o a través de anteriores ecos medievales.

3.1. El lugar utópico como expresión de salvación, conforme la teología contemporánea a Moro (R. Schoeck ha señalado, entre otros elementos epocales, la vigencia del Cur Deus homo anselmiano).

3.2. La visión voluntarista del accionar salvífico (de la tradición de la primera escuela franciscana, por oposición al intelectualismo tomista, continuada por los teólogos franciscanos y luego por Suárez) que determina el interés por procesos de comprensión no disputativos ni argumentativos sino topoi destinados a la persuasión (por ejemplo G. M. Logan encuentra elementos de  “retórica deliberativa” en Utopìa, que yo explico en este sentido) y que procede por negaciones (como ha señalado McCutcheon).
3.3. La teoría de la austeridad, vinculada a la pobreza voluntaria y la supresión de la propiedad privada, tema agustino y luego bandera de todos los movimientos pauperísticos y místicos a partir del siglo XII y en especial el franciscanismo (con su ideal de sine proprio).

3.4. La teoría de la guerra justa de Utopía sigue claramente los lineamientos agustinianos (cf. la discusión propuesta por F. Caspari y la interpretación pacifista de P. Dust).

Como conclusión, se propone asumir la catolicidad de Tomás Moro (reconocida por la Iglesia Católica en su beatificación y su canonización) como expresión de la “imitatio Christi” de la espiritualidad moderna, pero vista en sus importantes líneaa de continuidad con el pensamiento religioso patrístico y medieval.



López, Camilo

“Las actitudes democráticas de los legisladores uruguayos en dos ‘tiempos’: 1986 y 2013”

Este trabajo presenta un análisis comparado del posicionamiento de los legisladores uruguayos frente al régimen político, comparando 1986 como momento de la transición democrática y 2013 como momento posterior al “giro a la izquierda”. Para ello se comparan datos de un censo a parlamentarios realizado por Luis Eduardo González en 1986 con otro realizado por el autor del presente trabajo en 2013. Ambas encuestas recogieron un conjunto de indicadores comparables derivados de las dos dimensiones del concepto de poliarquía. Estas son participación y oposición, asociadas a elementos centrales del credo democrático: la igualdad política y la libertad política. A partir de cruzar ambos índices se trabaja con una tipología que clasifica a los legisladores en Demócratas, Autoritarios, Elitistas y Populistas. La comparación de estos datos se realiza tomando a los legisladores como un único conjunto y segmentándolos por partidos, fracciones y alas ideológicas de partidos. Una mirada comparada permite, adicionalmente, discutir teóricamente con algunos análisis sobre la democracia uruguaya y proponer nuevas preguntas e hipótesis sobre el asunto. A la vez que arroja elementos para la discusión metodológica sobre la medición de actitudes democráticas.


Marquisio, Ricardo

“La democracia como utopía y la distopía democrática”

La democracia es valorada en forma positiva de modo virtualmente unánime, al punto de ser considerada un bien innegociable en las sociedades contemporáneas. Es evidente que hay muy buenas razones instrumentales para valorar a las sociedades democráticas por cuanto son aquellas donde los derechos fundamentales –en especial, las distintas dimensiones de la libertad- de las personas tienen una protección más extensa y efectiva.  Por otra parte, el tipo de responsabilidad que las democracias ubican en los gobernantes tiende a impedir resultados sociales catastróficos como las hambrunas o a incentivar respuestas rápidas para su corrección.
Pero considerar a la democracia una suerte de utopía requiere dejar de lado las valoraciones instrumentales y concentrarnos en su dimensión normativa. ¿Se trata de un ideal que se puede defender como incondicionalmente bueno, como la suma de todas nuestras aspiraciones para el mundo social?
La ponencia tiene dos objetivos. En primer lugar, a partir de un breve repaso por algunas de las utopías más influyentes (Platón, Moro, Marx) se ubican tres creencias centrales del pensamiento utópico; una objetividad moral fuerte, la disposición humana a orientarse hacia el bien común y la posibilidad de obtener una resultante final del mundo social. Cada una de estas tres condiciones son problemáticas y la posibilidad de construcción de una concepción que permita justificar normativamente una autoridad democrática requiere prescindir de (al menos) alguna de ellas. Es decir, la democracia podría considerarse justificable como autoridad moral precisamente por no ser utópica.
El segundo objetivo es mostrar cómo, considerada desde la articulación entre su justificación normativa y las condiciones en que se ejerce la política en el mundo real, la democracia puede ser una suerte de distopía. Para eso, tomo como punto de partida la peculiar (meta) utopía de Robert Nozick, donde el punto central es la posibilidad de llegar a la realización desde un estado mínimo a la realización de múltiples mundos sociales utópicos. La propuesta de Nozick fracasa por múltiples argumentos pero uno de ellos es clave para concluir en la distopía democrática: es imposible eliminar la necesidad de decidir continuamente sobre el mundo social común, que en sus propiedades fundamentales es inherentemente controversial. El ideal democrático impone a los ciudadanos la aceptación de la contingencia fundamental y, por tanto, alterabilidad del mundo social. Al mismo tiempo, presupone creencias sustantivas sobre la justicia social que el ciudadano debería estar dispuesto a ver derrotadas en el procedimiento democrático. Y, finalmente, les impone decidir en contextos sociales de desigualdades de riqueza, asimetrías de información, influencias de lobbies y grupos de presión, que hacen altamente implausible el ejercicio de una plena autonomía colectiva ciudadana.
Esto permite concluir que los ciudadanos que reconocen que resolver sus discrepancias democráticamente es una obligación moral colectiva son ubicados en un lugar distópico, de conflicto entre obligaciones morales fundamentales cuyo cumplimiento es, además, altamente implausible en las condiciones reales en que se suele desarrollar la política en las sociedades contemporáneas.


Martínez, Bélgica

“Flora Tristán: ¿Feminismo y utopía?: Un pensamiento incómodo, libre y vivo”   
                                                     
La ponencia realizará un recorrido por el pensamiento de Flora Tristán para afirmar la importancia de sus aportes en la historia del socialismo y del feminismo. Mujer controversial de un coraje ilimitado audaz e irreverente para su época irrumpe entre el socialismo de Owen, Fourier, Saint Simón y el pensamiento de Marx y Engels; marca un quiebre, un punto de inflexión, en su análisis de la lucha obrera como en la reivindicación del movimiento feminista contribuyendo a trazar un camino que luego años más tarde consolidara avances reales para los grupos sociales.
Un pensamiento que parte de la reflexión crítica de sus propias experiencias de opresión en tanto mujer y obrera, construye desde aquí estrategias de emancipación. Criticó tanto a varones proletarios y varones burgueses poniendo en tela de juicio cuestiones de poder varón-mujer. Proyecta además en sus obras una alianza estratégica y universal contra las diversas y múltiples opresiones que padecen y atraviesan tanto los varones y las mujeres proletarias.
Flora Tristán desarrolló un proyecto político donde la conquista de igualdad de oportunidades y la justicia social es teórico-práctica. Su recorrido por talleres, barrios marginales, fábricas, cárceles, escuelas, asociaciones obreras, le permitirá conocer la realidad de las obreras y los obreros donde se advierte que el capitalismo no explota por igual a varones y mujeres.
Socialista, mujer, pobre, hija ilegítima y víctima de violencia por su esposo constituye un personaje de transición, pondrá todo en su accionar para hacer salir a la mujer de su condición de desplazada de la sociedad y hacerla participar activamente en la evolución de la misma, “la ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros, hombres proletarios”.
La revolución política y reformista de Flora Tristán desbordará las fronteras tendrá un carácter internacional, el instrumento para realizarla será la unión de los trabajadores y las trabajadoras donde hombres y mujeres participaran en un plano de absoluta igualdad y que a través de la educación se irá transformando de raíz la sociedad. Su pensamiento hará recaer sobre el proletariado toda la responsabilidad como agente de cambio revolucionario y como clase portadora de la emancipación social.
¿Cómo es posible que una mujer logre una sociedad más justa, equitativa para hombres, mujeres, niñas y niños? Flora quiso constituirse en abanderada de la liberación de la mujer y de los derechos democráticos de los obreros poseía un agudo sentimiento de justicia “rudo oficio el de ponerse al servicio de la humanidad”.
Una voz encendida y comprometida con la necesidad de luchar y cambiar la sociedad que le toco vivir. No fue una mujer ordinaria, se presenta aquí como una precursora del socialismo, pilar del feminismo, del internacionalismo proletario un motor de acción para la denuncia de la injusticia social de su tiempo.
Denunció, proclamó, luchó eligiendo ser una mujer libre “tan dulce a la vista, tan áspera al oído”. Vida intensa, dura, levantó la vos contra la opresión y postergación de la emancipación de las mujeres convirtiéndose en hito de las condiciones sociales de los obreros.


Ney Ferreyra, Pablo

“La utopía republicana”

¿Es posible pensar a la Democracia como una utopía, un lugar perfecto y deseable, a la que deberíamos acceder, aún con ciertas dificultades, si cumplimos con cuidado ciertos requisitos institucionales, legales, morales, cívicos etc.?. Este es tema al que nos propone AUCIP referirnos en esta oportunidad.
Como bien explica la convocatoria, los abordajes de índole positivista, empírico, que caracterizan mayoritariamente a la Ciencia Política de nuestro tiempo, y también de nuestro Instituto de Ciencia Política, a menudo olvidan que la Democracia es un concepto dinámico, que si bien ha sido, y si se quiere neutralizado y sustituido por el término dalhiano de Poliarquía, tranquilizando las aguas deliberativas acerca de la naturaleza de la Democracia, ha generado una cierta complacencia sobre lo que se denomina la “Democracia realmente existente”, y ha dejado de lado los debates que se producen en el resto del mundo sobre el deber ser de la Democracia.
Una de las corrientes más activas (quizás la que más producción académica ha generado” es la denominada Tradición Republica o Republicanismo, que desde el punto de vista normativo apunta a cuestionar ciertas características de lo que normalmente denominamos como Democracia Liberal, o la Democracia que hoy funciona en la gran mayoría de los países que se consideran en mayor o en menor medida como democráticos.
Esta Tradición es esencialmente crítica del liberalismo imperante y triunfante sobre el llamado socialismo real, y propone fuertes cuestionamientos a sus ideas principales y sobre todo a su funcionamiento concreto. Si bien la tradición republicana es muy diversa y contiene en si misma fuertes discusiones internas, divisiones, abordajes diversos, etc., propone claramente un modelo o varios, que aparecen enfrentados al statu quo democrático presente hoy en las sociedades contemporáneas.
La idea central de la ponencia es cuestionar esta visión mínima de Democracia imperante hoy, y exponerla a críticas normativas desde por lo menos dos variantes de lo que denominamos hoy como Tradición Republicana: desde un republicanismo de impronta aristotélica, arendatiana, por un lado, y desde el otro desde una versión más procedimental del republicanismo, al que incluso podríamos denominarlo como un Republicanismo liberal.
La Tradición Republicana, posee un carácter indisimuladamente perfeccionista, desde el punto de vista institucional, desde el punto de vista cívico y también desde el punto de vista de las precondiciones económicas para la participación ciudadana y para la deliberación pública.
Ahora, ¿esta predisposición perfeccionista, esta actitud políticamente edificante en términos normativos, y moralmente exigente para los ciudadanos, posee un horizonte utópico al cual hay que acceder para lograr una cierta perfección institucional, cívica, económica, igualitaria y moral o no es así?
En este caso intentaremos argumentar que no, que en ninguna de las versiones perfeccionistas republicanas que plantearemos, el horizonte utópico se agota, sino que permanece en movimiento permanentemente, por lo que deberíamos entender a la Democracia como un concepto vivo, constantemente en debate, cuestionado, pero con algunas reglas esenciales que no debería perder, si no quiere dejar de ser lo que es, y que son muy importantes para la discusión pública misma.


Pérez, Claudia

“Heterotopía y diversidad: claves de una utopía hipermoderna”

Esta ponencia se propone comparar y reflexionar acerca de un sentido del concepto de utopía, trasladado desde su concepción en 1516 a una línea del pensamiento hipermoderno, concretamente la Teoría Queer.
En 1516 Tomás Moro señala, por boca del personaje Rafael: “este hermoso invento [la brújula] que parecía llamado a procurarles todos los bienes, podría convertirse por su imprudencia, en una fuente de males”. Así, el surgimiento de la Teoría Queer, hacia los 90, especialmente con los escritos de Judith Butler, ofreció una enorme ilusión sobre la ruptura del determinismo sexo/género. En un artículo de tono pesimista sobre los logros de esta Teoría, Vélez-Pelligrini enuncia: “Particularmente no comparto el fatalismo de Bourdieu, aunque suscribo la severa crítica que el sociólogo formuló al encuentro de Butler: llevó razón al argüir que las “normas de género” no son erradicables mediante un simple “acto de voluntad” individual o transgresiones performativas”. Para este autor, la estatización de la lucha de género y la comercialización de sus ideas desorientó el potencial revulsivo de las mismas. Esta crítica se fundamenta en las relaciones entre teoría y práctica y señala la brecha entre ellas.
La Conquista, asimismo, trajo la posibilidad de la concreción de la utopía/heteropía, concepto que Foucault pone en juego para referirse, en uno de los posibles modos, a la yuxtaposición de elementos que parecerían incompatibles, y que se ajusta al advenimiento de la posmodernidad.
Sin embargo, como señala, el ser humano puede yuxtaponer lugares utópicos y tiempos ucrónicos a las circunstancias espacio-temporales en las que vive. Así la utopía (un nuevo mundo, un nuevo tiempo) puede estar más allá, o más acá, es decir, en el segundo caso, superpuesta a nuestras coordenadas pero en una dimensión-otra.  Simbólicamente el navegante, uno/a, viaja hacia ese Nuevo Mundo que está en el propio espacio y tiempo donde habita, y el intento de pragmatizarlo lo debilita o lo difiere permanentemente. Así, ejemplifico en los viajes de Walter Raleigh y su convencimiento a la reina Elizabeth, hija del Enrique VIII de Moro. Raleigh fue escritor, además de navegante. En la ficción fílmica Elizabeth, La edad de oro, Raleigh dice a la Reina las palabras que cito en el título:
And hope, /pure, /naked, /fragile /hope. (…) You dare to whisper the word. /Land. /Land. /Life. /Resurrection./ The true adventure. /Coming out of the vast unknown, /out of the immensity,/ into new life. /That, /Your Majesty, is the New World. /-I like your immensities. /Your ocean is an image of eternity, I think. /Such great spaces make us small. / Do we discover the New World, Mr. Raleigh, /or does the New World discover us?
Ese coming out como lugar de lo imposible y aplazado, refiere Cristina Peri Rossi:
¿Será posible que aquí también/                                              
entre falsos pelirrojos/
y lesbianas sin pareja/
te sientas otra vez una extranjera? 


Pineda, Víctor

“Caracas Socialista. Una utopía urbana dentro de una capital”

Desde el 2009, se ha intentado hacer de Caracas, una Ciudad Socialista. Apoyados en un plan urbano integral, el Estado nacional así como la Alcaldía local, han movilizado recursos y equipamiento para transformar a Caracas y hacerla una ciudad “más democrática, incluyente y social”. Dos particularidades resaltan de este plan: primero su dimensión político-ideológica explícita. A contrapelo de planificaciones urbanas cuyas incidencias políticas se diluyen en su entramado técnico, el Plan Caracas Socialista se quiere “democrático, participativo y socialista”. En los diversos documentos que se han producido sobre el Plan desde instancias gubernamentales, al igual que en el discurso de sus actores, la importancia dada a la construcción de una “Ciudad Socialista” a través de la participación activa de sus habitantes es notable.  Su segunda particularidad, es el reto de construir una ciudad nueva, dentro de la vieja ciudad. A diferencia de proyectos utópicos urbanos históricos, como algunos casos soviéticos (Kopp, 1978, Ville et Revolution. Architecture et urbanisme soviétiques des années vingt, Anthropos), la Caracas Socialista no será ex nihilo, sino que busca construirse dentro del tejido urbano existente. La nueva ciudad, y por lo tanto la nueva sociedad, ya no se buscará en tierras lejanas y vírgenes. Se hará dentro de espacios y territorios vivos, junto a los sujetos que los habitan, a partir de sus características socio-económicas y culturales.
Dicho plan urbano cuenta con varios programas. Uno de ellos, las “Nuevas Comunidades Socialistas”, busca construir “nuevas relaciones sociales a partir de la producción del hábitat”. Reuniendo a familias con problemas de vivienda (viviendas precarias, hacinamiento, alquileres muy elevados, etc.) estas nuevas comunidades apuestan a la ocupación de espacios en la ciudad y a la producción auto-gestionada de sus viviendas. Estos modos prácticos de concebir la producción de la ciudad implicarían, según las familias organizadas, nuevas formas de relación social que impulsarían la construcción de una sociedad socialista.
La siguiente presentación articulará datos empíricos obtenidos durante un trabajo etnográfico en una de estas ocupaciones, con una reflexión teórica fundamentada en la utopía como proceso dialéctico (Harvey, 2000, Spaces of Hope, Edinburgh University Press) y su debate con la utopía normativa de Moro y otros pensadores utópicos (Choay, 1965, L'Urbanisme. Utopies et réalités: une anthologie, Seuil). Veremos un programa de transformación urbana en su aplicación cotidiana, a través de actores concretos, y su vínculo con horizontes políticos trascendentales cuyo fin es la construcción de una nueva sociedad. La organización práctica para llevar a cabo la ocupación, el vínculo con el Estado para obtener recursos económicos, las disputas y debates en torno a qué concepción de hábitat se construye, así como el contexto de crisis política y económica actual, son algunos de los elementos que se presentarán de manera problematizada, al mismo tiempo que se analizarán paralelamente las proyecciones de estos sujetos a una “nueva sociedad socialista”, a la transcendencia del “modelo urbano capitalista” y la construcción de nuevas subjetividades que se nutran principalmente de la solidaridad, la corresponsabilidad y el compromiso.


Porzecanski, Teresa

“Las estructuras (riesgosas) del pensamiento utópico”

Pasa revista y analiza en profundidad las construcciones utópicas desde el punto de vista antropológico, señalando sus contradicciones y debilidades así como las consecuencias de estos.


Ramada, Daniel

“La utopía en tiempos de posmodernidad”

1 Situando el discurso
En los años cincuenta Paul Sweezy escribía El presente como historia. Este título ilustra adecuadamente la perspectiva que presidió la elaboración socio-política en la segunda mitad del siglo XX. La tensión entre “presente de lucha” y futuro a conquistar o construir, aparece como presupuesto intelectual y práctico común a muchos actores sociales de aquel momento. Aquí interesa no sólo evaluar la pertinencia de los modelos imaginarios como instrumentos de transformaciones colectivas, sino profundizar la dimensión paradigmática de las cosmovisiones utópicas, contrastarlas con la dinámica política de la posmodernidad —especialmente en el ámbito del Estado— y ver su relación con la obra homónima de Moro.
1.1 Utopía y modernidad
La relación entre Utopía y modernidad no se plantea aquí dentro de los cánones lineales de causa y efecto sino en su dimensión compleja, aunque derivada.
1.2 El fin de la utopía
Marcuse plantea el fin de la utopía como un avance epistémico colectivo. La sociedad tiene la potestad de superar los problemas porque la representación de la realidad sufre una transformación cualitativa en términos de objetivación. Ese fin de la historia no implica un acontecimiento “escatológico” —supresión de lo temporal como proceso diacrónico— sino una transformación cualitativa en la representación subjetiva del presente.
1.3 El fin de la modernidad
La sociedad posmoderna “deconstruye” la cosmovisión racional-historicista, especialmente cuando reduce su lógica epistémica a narración (Lyotard). Se identifica historia con saber narrativo. Esta alternativa, sincrónica, amputa la dimensión transitiva de la representación colectiva en el pasado y degrada la utopía reduciéndola a narración de futuro.
2. Posmodernidad como substitución del paradigma diacrónico
La representación de la realidad en la perspectiva sincrónico-funcional, característica de la sociedad cyber-informática, el modelo epistémico icónico y la distopía como banalidad del futuro, conducen a la transformación del proceso cognitivo.
2.1 Presente, futuro y modelos imaginarios
Cosmovisión, proyección y totalización transitiva.
2.2 Globalidad y fragmentación sincrónica
Polisemismo, corrupción semántica y vaciamiento simbólico.
2.3 Ficción distópica y desnaturalización del imaginario colectivo
La posmodernidad como disolución de las utopías:
- Comunicación icónica y función epistémico-discursiva.
- Banalización de las relaciones humanas y menosprecio del futuro como proyecto social.
- “Fragmenta” et impera: Introyección icónico-sincrónica e imposibilidad del imaginario utópico.
3. Dimensiones epistémicas de la utopía
3.1 Relación entre episteme y praxis
El conocimiento y la práctica presentan relaciones de mutua influencia. Es un proceso complejo a veces concebido como circular —círculo hermenéutico— otras veces como dialéctico o de complementación antagónico-diacrónica. En ambas representaciones la utopía puede estar presente como punto de referencia, motor o “combustible”.
3.2 Utopía y totalidad diacrónica
- Cultura, cosmovisión y proyectos históricos.
- Utopía e imaginario colectivo
4. Posmodernidad y pensamiento débil
Consecuencias institucionales de la totalidad banal
4.1 Sociedad y masificación: la totalización funcional-sincrónica
4.2 Convivencia civil, totalidad contractual y proyecto colectivo
Utopía, sociedad y pueblo
4.3 Pensamiento débil y debilidad institucional
Funcionalismo y Estado
Conclusiones


Reboredo, Daniel

“Sobre eutopismo, utopismo e ironía política-cultural en Utopía de Tomás Moro. Una aproximación histórica crítica a 500 años”

Varios autores han postulado que Tomás Moro en su Utopía, a través de Hitlodeo y el Moro-personaje, criticó radicalmente la sociedad de su tiempo y propagandeó (¿profetizó?) el advenimiento de una sociedad alternativa ideal, “comunista”, al punto de constituirlo en mojón de otras ideologías utópicas anticapitalistas de la Época Contemporánea, en especial del marxismo.  
En esta ponencia diferencio a Moro de Hitlodeo, analizo las apariciones, las intervenciones y los discursos de los actores participantes o aludidos, repienso el eutopismo del ficticio marino y valoro la intencionalidad política (utópica o no) del irónico autor de Utopía.
Para ello:
1)         Preciso conceptos: “utopía”, “utópico”, “utopismo”, “Utopía” (el libro), “Utopía”, “utopiano”, “Eutopía”, “eutopía”, “eutópico”, “eutopismo” e “ironía”.
2)        Considero históricamente a Utopía, al autor y a sus contextos: los procesos vividos por las sociedades europeas (en general) e inglesa (en especial), durante la segunda mitad del siglo XV y el XVI.
-          Las transformaciones en el modo de producción, la “acumulación originaria” y la génesis de relaciones capitalistas, sobre todo en la estructura agraria.
-          El crecimiento demográfico que posibilitó recuperar y superar los niveles logrados al 1300, a pesar de la relativa baja productividad agraria y de la escasez, la suba de precios, el hambre, la peste (y otras enfermedades epidémicas) y las condiciones sanitarias e higiénicas (sobre todo urbanas).
-          La dificultosa construcción del Estado centralizado absolutista de origen divino en Inglaterra a partir de Bosworth, cuando Enrique Tudor venció, se coronó, procedió a pacificar y a reorganizar institucional y fiscalmente al reino, para hacerlo gobernable y volverlo una potencia insular en el dinámico y conflictivo escenario europeo y legarlo a su sucesor.
-          El despertar antropocéntrico-individualista de las elites culturales humanistas-renacentistas (en el caso de los círculos de Oxford, Cambridge, los College y los Inns, erasmianas), comunicadas por epístolas e impresos, por viajes, por el ejercicio docente y el intercambio universitarios con recíproca hospitalidad.
-          Las rémoras sexistas, machistas y patriarcales de larga duración.
-          La crisis religiosa de la Cristiandad y las amenazas que en los órdenes celestial y terrenal representaron los movimientos heréticos.
-          La presión turca e islámica en las fronteras mediterráneas, balcánicas y centroeuropeas.
-          La expansión del horizonte espacial, material y mental (concreto e imaginario) europeo, sobre todo por la exploración, el descubrimiento, la conquista y la colonización del “Nuevo Mundo”.
3)        Selecciono aspectos biográficos de Moro hasta 1516 (año en que se publicó Utopía), relativos a su familia, amistades, clase social, formación, educación, religiosidad, profesión de abogado, docencia, producción literaria, condición de “súbdito” y carrera funcionarial.
Atiendo a las circunstancias en las cuales Moro escribió el Libro Segundo (primero) y el Libro Primero (segundo) y se editó, imprimió, publicó y circuló Utopía con paratextos y parerga aportados por humanistas que apostaron a la obra de su colega inglés.


Recalde, Laura

“Cuerpos, sentidos y utopías”

En Uruguay y Argentina, con la asunción de los gobiernos de izquierda al poder (2005- 2015), fuimos testigos de cambios sustantivos relacionados principalmente con la nueva agenda de derechos de los sujetos. Leyes como las de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género fueron aprobadas en ambos países, marcando un hito en la conquista de derechos para la población LGBT.
Entender la complejidad de ciertos hechos, como la obtención de derechos, me ha hecho preguntarme cómo se llegan a construir ciertos sentidos en torno a los sujetos y a sus cuerpos, cuestionando también los procesos de reivindicación identitaria, lo que implica la regulación de prácticas sexo-génericas, afectivas e identitarias y cómo reafirma un sistema de exclusión o permite generar las grietas para repensarnos dentro de la cultura. Cómo puede ayudarnos el concepto de “Utopía” para pensar esos no-lugares, habitados por personas, y esos cambios legislativos que significaron poder dar “un lugar”, una existencia y un reconocimiento a esos cuerpos. ¿Es la utopía una herramienta simbólica para pensar ciertos cambios sociales? ¿Qué rol ocupa la utopía cuando esos objetivos llegan a concretarse y se proyectan en el largo plazo?


Rodríguez, Arturo

“Utopías tópicas, distópicas y eutópicas”

Se las califica de míticas y se les asigna una similitud con las creencias religiosas, otros se solazan por su caducidad o superación, que las habría exterminado con provecho, cuando no les asignan un papel exclusiva o prioritariamente dañino, responsabilizándolas por crímenes e instituciones fallidas, hasta por deseos excesivos, irracionales o disruptores del orden social (natural o históricamente dado). También están los que se alarman por su “eclipse”, por la renuncia a formularlas o por su ausencia, que naturalizaría lo dado e impediría hasta la crítica, dificultando la formulación de alternativas y extendiendo la desazón.
Al denostarlas o al extrañarlas, desde nuestra circunstancia actual, se evidencia, empero, su paradójica realidad irrealista, que no necesariamente es mero melhorismo pues la literatura y el cine han multiplicado distopías, con el fin de denostarlas o de criticar desarrollos potenciales en el pasado o del presente.
No se trata de un género literario moderno, pues todos conocemos antiguos ejemplos, ni extraño a nuestro ámbito geográfico y vital pues aportaron al mismo obras nada desdeñables autores locales.
Por tanto, más allá de la efeméride que impulsa este simposio (recordando medio milenio de un libro sugestivo, delicioso, tragicómico, enigmático, libellus uere aureus, que nominó en adelante a todo el género, haciendo de su rey fundador epónimo), sigue habiendo muchos motivos para ocuparnos de las utopías y sus derivados. La ponencia procurará hacerlo a partir de la consideración de muchos juicios al respecto, provenientes de diferentes autores, épocas y lugares.


Rodríguez, Silvia

“El ‘Uruguay feliz’, una construcción utópica en el Uruguay de mediados del siglo XX”

La ponencia pretende aproximarse a la construcción del “Uruguay feliz” o “Suiza de América”, en las décadas de 1940-50, como una utopía de los sectores reformistas que integraban el elenco dirigente. Esa imagen penetró fuertemente en el imaginario colectivo y se conformó en el marco de un nuevo impulso reformista en un contexto de bonanza económica, con la profundización de la democracia como premisa, visualizada por la participación en las urnas y la estabilidad institucional que vivió el país en esos años.
Sin embargo esa caracterización no puede ser aceptada sin mirarla a través de la lente de las nuevas investigaciones y fuentes que revelan el uso de la violencia política como recurso estatal en el Uruguay, dirigido sobre todo a sindicalistas, comunistas y anarquistas. En este período el uso de ciertas prácticas empleadas desde organismos estatales (sanción de leyes vistas como propias de Estados totalitarios y no de democráticos, creación del Servicio de Inteligencia y Enlace, aplicación de las medidas prontas de seguridad, denuncias de torturas, coordinación entre servicios de inteligencia de países del Cono Sur, entre otras) contrastan fuertemente con la imagen del “Uruguay feliz”. 
Asimismo se intenta continuar en la línea de trabajo para la comprensión de la historia reciente, partiendo de la hipótesis de que la violencia desatada durante la dictadura cívico-militar de 1973 a 1985 no surge de un vacío sino que, por el contrario –sin obviar la crudeza de dicha violencia de la que no se reconoce parangón en la historia de del país-, tiene elementos que pueden rastrearse en un pasado más lejano.


Rodríguez, Victoria

“La poesía como singladura exploratoria: cuestión de navegaciones”

Partiendo de las utopías, que tienen "un lugar preciso y real", como nos dice Foucault al referirse a la heterotopía, y utilizando su definición de navío como "la heterotopía por excelencia", articularé esta idea de contraespacio principiador de la aventura con la idea derrideana del acto de escribir como inaugural y la segunda navegación que dicho autor retoma de Juan Crisóstomo (347-407).
Esta idea de segunda navegación la emprende Platón. Ya en Utopía aparece una alusión al derrotero intelectual del filósofo griego cuando Pedro lo compara a Rafael Hitlodeo:
-Pues te equivocas. Porque, aunque este hombre ha navegado, no lo ha hecho como lo hiciera Palinuro, sino como Ulises, o mejor, como Platón.
La segunda navegación, a remo, es análoga a una forma de conocer con el pensamiento, es decir, un camino más esforzado pero seguro que el partir de lo sensorial, que sería la navegación a vela o primera navegación. A partir de aquí intento conectar lo inaugural de la escritura como factor de miedo. La poesía como singladura exploratoria no marcada de antemano, agramatical en cuanto a un rumbo donde también, en cierto sentido, se da un encuentro con lo abstracto. Emprender el sentido mediante esta navegación-escritura para así poder habitarlo, para establecer un lugar que a su vez es un lugar móvil, un lugar que está por su misma definición en la búsqueda de un lugar otro. Un lugar móvil en cuanto al propio trabajo del significante, pero también al doble juego escritura-lectura de donde derivarían múltiples rumbos-sentidos.  
El trabajo abordará algunos poemas de la uruguaya Peri Rossi así como de la argentina Alejandra Pizarnik, haciendo hincapié en la cuestión exploratoria infligida desde una incomodidad con el lenguaje y auto-infligida en una búsqueda utópica de escapar de su tierra firme.


Romero, Líber

“El tiempo, el sentido histórico, las formas historiográficas y la utopía”

Partimos de la premisa que el tiempo “subjetivo” es estructurado, estructurante y constitutivo de la realidad. En tal sentido la concepción del tiempo histórico y la conciencia histórica responde a un determinado régimen de historicidad dentro del cual se produce unas formas particulares de historiografía.  La utopía como horizonte de expectativa orienta el sentido histórico, le da valor y potencialidad a los seres humanos permitiéndoles ver más allá, generando herramientas de compresión del mundo que los impulsa a movilizarse en pos de un futuro que imaginan mejor.
La ponencia, ubicada a partir de la reflexión desde la filosofía  de la historia, trata de problematizar  la necesidad de un horizonte utópico que permita el despliegue de las potencialidades humanas en un momento histórico en donde se perciben  la carencia de los proyectos utópicos globales debido, entre otros motivos, a  que:
1-Vivimos una época “empapada de posmodernidad” en donde la crítica a los metarelatos y a la Razón como eje dominante llevan al cuestionamiento de la existencia de un entramado oculto en el proceso histórico: la Historia. El sentido teleológico trascendental propio de los proyectos modernos ha caído; y el relativismo y escepticismo sobre el futuro han puesto en duda los proyectos emancipadores.
2- Existe un “régimen de historicidad” en donde la incertidumbre sobre el futuro- en tanto que existen infinitas posibilidades de mañana- hace que no se vaya al pasado con preguntas para comprender el presente sino para visitarlo como una forma de regocijo.
3- Se rompe así con la idea de una Historia preexistente al sujeto cognoscente que tiene su propio entramado que hay que conocer, descubrir, para pasar a tener un pasado caótico en donde el orden está dado desde el presente.
4- Esquemáticamente   podemos ver que en las últimas décadas la historiografía se caracteriza por el eclecticismo, la dispersión temática y la refinación técnica. Se ha ganado en conocimiento de lo particular pero sin que ello implique una búsqueda de una síntesis superior para desentrañar el todo.
5-El relato historiográfico es producto y produce un determinado “espíritu de época”, la falta de presencia de la totalidad, del “autocuestionamiento” de la posibilidad de conocer el pasado lleva a fortalecer el régimen presentista. No obstante se puede ver a través de las discusiones teóricas dentro de la disciplina la coexistencia de distintos regímenes de historicidad.
6- Los proyectos utópicos modernos se han basado en la posibilidad de extraer experiencias del pasado para, desde el presente, ver un futuro mejor. Cuestionarnos sobre los mecanismos de percepción y difusión del entramado histórico-en cuanto continum- es esencial para las posibilidades de utopías en el siglo XXI.


Ruiz, Marisa

“Feminismo y pensamiento utópico, los derechos de las mujeres en el siglo XX”

Consideramos que el feminismo posee una doble faz, representa un movimiento social y político que brega por la igualdad de los sexos y además estudia teóricamente esa igualdad mediante diferentes disciplinas. A su vez no podemos circunscribirnos a la Utopía, solamente tomando el concepto “nominado” por Tomás Moro a los inicios de la modernidad. Esta especie, la utopía, es un pensamiento crítico que describe fenómenos e identifica sus causas, además de intentar configurar un mundo sin fallas (Rodríguez Bustamante, 1996).  A su vez Lucy Sargisson (1996) encuentra que este mundo ideal es muy restrictivo para aplicarla a otras corrientes de pensamiento, entre ellas el feminismo e introduce una distinción entre “pensamiento utópico “y utopía. La primera es una crítica del momento presente, que con un carácter hipotético pueda intentar transformar la realidad y es la que vamos a utilizar en este artículo. 
La lucha de las mujeres por sus derechos desde la Ilustración con Mary Wollstonecraft como pionera, se fue escalonando de acuerdo a los contextos históricos desde donde se movilizaron por el derecho a la educación, el derecho al voto, el derecho a la igualdad civil, los derechos sexuales y reproductivos y estas actividades y reflexiones, ya de por sí fueron un intento de alcanzar niveles cada vez más importantes de una igualdad que parecía una utopía en el siglo XVIII.
El objetivo de esta ponencia es, además de reflexionar sobre el concepto de “pensamiento utópico” y su articulación con los feminismos, describir los intentos a partir de 1994 y 1995 en las conferencia de El Cairo y Beijín (Naciones Unidas) de reconocimiento legal internacional de las mujeres desde los organismos internacionales. También analizaremos como se fue creando una legislación “igualitaria” de hombres y mujeres que a través de los tratados internacionales y de los informes sombras nacionales, intentan cambiar la vida de las mujeres en todo el mundo. Esta ha sido una lucha inacabada desde un pensamiento utópico por la igualdad y los derechos de las mujeres.


Sives, Genoveva

“Distopías y Utopías en el siglo XXI. El planteo de Antonio Negri y Michael Hardt: Imperio y Common Wealth”
Si entendemos por Utopía aquel lugar (o “no lugar”) ideal, en el que cobre vida una sociedad justa, feliz, integrada por hombres felices y justos, podríamos decir que el concepto inicial, fuerte y original de Hardt y Negri difiere totalmente de tal significación.
Creemos que su obra central Imperio (Paidós, 2000), constituye la piedra fundamental de su planteo, a partir de la cual van a ir desarrollando a lo largo de su relevante producción nuevas concepciones, que nos llevarán elaboradamente de la distopía a la utopía.
Recorrer este trayecto le exige al investigador, la incorporación de nuevos términos (biolopolítica, biopoder, singularidades subjetivas) o tal vez, desentrañar conocidos significados vestidos de ropaje posmoderno.
Los autores concuerdan con otros contemporáneos en que, durante las últimas décadas hemos asistido a una globalización irreversible e implacable de los intercambios económicos y culturales y con ello, al advenimiento de un nuevo orden mundial. Su visión, sin embargo, es claramente singular.
En primer lugar, porque desde su óptica, el Imperio constituye el sujeto político que regula los cambios globales, el poder soberano que gobierna el mundo. Ha declinado la soberanía de los estados-nación, mientras el Imperio se materializa ante nuestros ojos. Es una estructura de dominio, un aparato de mando descentrado y desterritorializado que incorpora el reino global dentro de sus fronteras abiertas y expansivas.
Pero, dentro de este “no lugar” inubicable en el tiempo y el espacio, crece, se conecta otra red: la de la Multitud. El Imperio es una red global que no puede impedir la formación de esta otra red también sin fronteras, abierta, inclusiva.
La Multitud así conformada habrá de triunfar sobre el Imperio, alcanzando, por fin, la UTOPÍA: El Common Wealth, el proyecto ético político. La Democracia del común, será la Democracia absoluta. Estaremos ante la constitución de una sociedad, justa, igual y sostenible. Entonces y sólo entonces se podrá “instituir la Felicidad”.


Soria, Luciana

“La utopía como instrumento crítico de la ideológica en el enfoque de Paul Ricoeur”

El pensamiento marxista ha tendido a considerar que las contradicciones intrínsecas a los sistemas sociales contienen el potencial para su propia negación, por ello la transformación social no tendría necesidad de ir más allá de estos sistemas debido a que en su propia estructura estarían presentes las bases de su crítica. En esta línea, el marxismo clásico ha rechazado aquellas propuestas que se consideraron utópicas en sus antecesores socialistas, no solamente porque pasaron por alto la reflexión sobre las condiciones de posibilidad reales para transformar las situaciones en las que se postulan como alternativas, sino porque también carecían de metodologías eficaces para llevarlas a la práctica.
Sin embargo, Paul Ricouer a pesar de su impronta marxista, desarrolla un pensamiento en el que vincula la ideología y la utopía como dos categorías de los imaginarios sociales y trascendentes al ser de las cosas, recatando el valor de esta última como forjadora del cambio. En este sentido, considera que ambos conceptos están en tensión porque en la medida que la ideología tiende a preservar y legitimar un orden social anclado en el pasado, la utopía es una cierta disposición para trascenderlos y está dirigida esencialmente hacia el futuro. Por ello, en tanto la ideología tiene una función conservadora fundamentalmente vinculada a grupos dominantes, la utopía es desafiante del orden dado y está ligada a grupos en ascenso y/o estratos inferiores de la sociedad1. Ricoeur considera que el valor de la utopía no radica en su realización, sino en la potencialidad crítica que como “variación imaginativa del poder” contiene; pero el autor también nos alerta que la utopía podría ser un recurso de resguardo frente a la realidad, propiciando más bien la huida de la misma que el desafío de su transformación. Cargada de diversas retóricas, las utopías no están exentas de aspectos problemáticos, como la definición acerca del manejo del poder, cierta tendencia a la religiosidad de la que se quieren distinguir (como en el caso de Saint-Simon), entre otras. A partir de lo anterior, la presente ponencia tendrá por objetivo abordar las fortalezas y debilidades de la utopía como categoría teórica en relación a su contribución en la crítica ideológica en el marco de la obra Utopía e Ideología de Ricouer.


Ventura, Alejandro

“El fin de la utopía socialista”

Hay quienes piensan que la utopía ha abandonado nuestro mundo. Que se ha ido deambulando por las ruinas del progreso iluminista, del marxismo científico, de la rebeldía contracultural y del socialismo real. Que ya nadie puede creer en ella, una vez que ha sido desenmascarada y reconocida como la lejana causante de graves desilusiones: Francia 1789, Europa Occidental 1848, París 1871, Rusia 1917, España 1936, Yugoslavia 1945, China 1949, Cuba 1959, todo el mundo 1968, Chile 1971, Nicaragua 1979, Europa Oriental 1989 y tantos otros lugares y fechas. Pero si ya no existiese, si ya no tuviese espacio —utopía doblemente utópica—, ¿no la seguiríamos anhelando ante la triste realidad del presente? En medio de la desesperanza, reconstruir la utopía implica asumir la certeza de que ésta no tuvo lugar, en ninguna parte, nunca, aún no. Pero también, en medio de la incertidumbre y más allá de los «lugares felices» de la imaginación, de la «edad de oro» de los mitos fundacionales, de los relatos fantásticos, del sueño dulce, del País de Jauja —en otras palabras: más acá de un «no lugar»— esa certeza utópica requiere de la experiencia práctica que la potencie y la devuelva al deseo humano. La utopía requiere más que nunca su reconstrucción y realización. Sin embargo, en algún momento esa mentalidad utópica se transformó en un ideal inalcanzable derivando en dos ucronías sui generis: por un lado la ucronía benefactora del regreso al Estado social, nacional, desarrollista; por otro lado, la ucronía testimonial de la defensa sacra de los proyectos fundacionales.
La propuesta de esta comunicación consiste en explorar sintéticamente el devenir de este proceso que implicó depositar la utopía en el horizonte y que, en principio, parece haber clausurado las posibilidades para una transformación radical del mundo y la construcción de una sociedad alternativa a la globalización capitalista en esta era digital.


Ventura, Alejandro

“Juventud y cine: entre utopías, distopías y ucronías”

Utopía: del griego, u-topos, no lugar. Lugar que no existe. Isla perdida. Sueño de los débiles. Y también: plan, proyecto, doctrina o sistema social y político declarado irrealizable en el tiempo presente de su formulación. ¿Desliz de ingenuidad y optimismo? ¿Exceso de voluntarismo? ¿Construcciones ideales de sociedades perfectas que nunca podrán llegar a ser realidad (no obstante oficiar como motivación moral para la acción social y política de grupos y personas) o proyectos potencialmente transformadores de la sociedad en una dirección alternativa: libertaria, igualitaria y feliz? Desde La República de Platón, pasando por Tomás Moro, Francis Bacon y los socialistas utópicos del siglo XIX, hasta el Mayo del 68: la utopía palpitaba en el corazón y repercutía en las acciones sociales emprendidas por quienes anhelaban un futuro mejor para la humanidad. Luego vendría los fracasos y las derrotas, el tiempo del desencanto y la apatía: las distopías o antiutopías.
Y frente al “fin de las utopías” y la inacción de las antiutopías, vendrían las ucronías: u-cronos, no tiempo. La re-escritura de la historia (“que hubiese pasado si”), al margen de lo realmente acontecido. Es la vuelta a un pasado idealizado desde donde re-editar, “aggiornados”, viejos proyectos socio-políticos de probadas limitaciones transformadoras.
La propuesta consiste en repasar estos tres conceptos de utopía, antiutopía y ucronía desde la perspectiva de nuestra globalizada y digitalizada sociedad actual, a partir del análisis cinematográfico de películas de reconocida calidad artística.


Venturini, Sérgio

“Roque Gonzales, protetor da nação Guarani e a utopia nas Reduções Jesuíticas. A ação (ou jornada) de Roque Gonzalez de San Ignacio Guasú até Caaró”

Esse tema se relaciona perfeitamente com a busca da "Terra sem Males" pelos Guaranis.
Destacaria o trabalho evangelizador de Roque Gonzalez desde a primeira Redução dos Jesuítas fundada no atual Paraguai e comentaria sobre as reduções que ele fundou, entre elas Nossa Senhora da Encarnação (Encarnación - Paraguai), Nossa Senhora da Anunciação (Posadas) e Nossa Senhoara da Concepção (Concepción de la Sierra) na Argentina e as reduções fundadas no Rio Grande do Sul: São Nicolau do Piratini, Nossa Senhora da Assunção do Ijuí, Nossa Senhora da Candelária do Caaçapamini e Todos os Santos do Caaró.


Vigo, Marcelo

“La educación en derechos humanos como horizonte de la educación superior”

En el trabajo se relacionarán los conceptos de pertinencia de la educación superior y educación en derechos humanos. Se planteará que las instituciones de educación superior deben desarrollar políticas educativas pertinentes, esto es, que incluyan a la educación en derechos humanos en su sentido integral, a través de una pedagogía contextualizada. La Didáctica, en tanto disciplina de la Pedagogía, es también un campo de desarrollo de la pertinencia y, en consecuencia, debe desarrollar esa perspectiva. La pertinencia exige la contextualización de los contenidos, su imprescindible vinculación con la situación social, en las dimensiones conceptual, procedimental y actitudinal.
La educación superior, como parte de la política pública, debe ser planificada, desarrollada, monitoreada y evaluada desde un enfoque de derechos humanos.
Se pretenderá explicar la relación Estado – sociedad – Universidad y cómo contribuye a mejorar la pertinencia de la enseñanza universitaria. Se analizará la definición de pertinencia realizada por la UNESCO en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, en 1998, en tanto marco que coloca la centralidad de las nociones de calidad, pertinencia y equidad, tres aristas indisolubles al momento de formular políticas educativas. Desde este planteo se partirá de la premisa de que la educación desde la perspectiva de derechos humanos contribuye al desarrollo de una educación pertinente y por ello las políticas públicas deben incorporarla.
Luego, se relacionarán la Didáctica universitaria, la pertinencia y la educación en derechos humanos. La pertinencia debe estar contemplada, no sólo en la elaboración de políticas públicas, sino que también debe desarrollarse en el clima educativo y en las prácticas docentes, es decir, en la Didáctica. La perspectiva de derechos debe incluirse como parte del objeto de estudio de la Didáctica como ciencia. Por ello, la Didáctica universitaria debe comprometerse con el aprendizaje significativo y contemplar el contexto social y político en el que se desarrolla.
Posteriormente se analizará el concepto de educación en derechos humanos. Se relevarán las definiciones existentes en el tema, a partir de las definiciones brindadas por: el Sistema Nacional de Educación Pública de Uruguay, el Instituto Interamericano de derechos humanos, la UNESCO y Abraham Magendzo. Además, se explicará la obligación que tienen los Estados de elaborar políticas públicas sobre educación en derechos humanos y planes nacionales que las instrumenten.
Se partirá de la idea de que la educación en derechos humanos es una educación política. Su desafío es formar personas comprometidas con la transformación social y con la justicia social, para analizar la realidad desde una postura crítica y reflexiva que tenga como centro al ser humano y su dignidad.

Villarreal, Nelson

“Derechos Humanos ¿Utopía para el siglo XXI? La relación entre Humanismo y Democracia”

La Historia de las Ideas aporta a comprender las cosmovisiones que dinamizan las posibilidades histórico-filosóficas que fundamentan ideas como liberad, igualdad y fraternidad. También se aborda la tensión entre el ser y deber ser de las ideas y acciones que devienen en las organizaciones sociales y políticas que buscan superar la explotación, la dominación y la sumisión. Las ideas y acciones que generan la visión de los derechos de las personas y los colectivos, de lo público y lo privado, de la legitimidad o no del gobierno y de las formas democráticas y/o republicanas de los sistemas políticos.
En este marco de tensión entre el ser y deber ser emergen los Derechos Humanos como la posible Utopía del siglo XXI donde humanismo y democracia se transforman en el fundamento que los posibilita. Relacionar y vincular estas ideas con la Utopía de Tomás Moro y el marco humanista que le dio origen, como las ideas fuerza de la modernidad, que devienen en la radicalización de la democracia para la emancipación humana, encuentran un valor en la función del impulso utópico para una sociedad mejor que la actual.
La visión integral de los Derechos Humanos en el siglo que estamos comenzando reclama de dar cuenta a la vez de la dignidad de la persona humana singular, el ser social en su diversidad y el ser parte de la naturaleza en el proyecto de emancipación cultural y político que da sentido a la humanidad en sus diversas tradiciones.


Waksman, Vera

“Rousseau utópico: la imaginación y los límites de lo posible”

Es probable que Rousseau no haya querido que se lo leyera como un pensador utópico, porque entendía la utopía como un proyecto quimérico, sin anclaje en la realidad histórica y, en ese sentido, ideal. Es posible, sin embargo, encontrar a lo largo de su obra una serie de textos que parecen corresponder a la literatura utópica: desde la dedicatoria del Discurso sobre la desigualdad hasta las descripciones de los Montagnons de la carta a D’Alembert, pasando por el pueblo de Clarens en La nueva Heloísa o la imagen que propone de la antigua Esparta. Por medio de estos cuadros, Rousseau parece proponer modelos, lo cual lleva a algunos intérpretes a incluir al ginebrino dentro de la tradición utópica. El propósito de este trabajo es examinar el sentido en que Rousseau entiende la utopía y la función que esta cumple en sus escritos. Se sostiene, entonces, que las descripciones utópicas no buscan constituirse en modelos a realizar o a imitar sino que apuntan a ampliar aquello que en el Contrato social el autor llama “los límites de lo posible en las cosas morales”. El carácter paradójicamente revolucionario de Rousseau reside en que concibe el cambio político como inevitablemente radical al tiempo que entiende que el mismo solo puede prosperar cuando los individuos son capaces de querer la libertad. Esto, como se sabe, requiere el amor a la ley, que no es el compromiso con un precepto abstracto sino con un conjunto de afectos que el Legislador debe procurar desarrollar. Estos toman cuerpo por medio de una serie de instituciones entre las cuales se encuentra la fiesta pública, a la que alude Rousseau en diversos textos y que puede verse como una utopía en el sentido mencionado. La fiesta hace posible un espacio y un tiempo en el que la igualdad existe, en que los sirvientes y sus amos están en un mismo plano, en el que la integración y la generalidad se hacen reales. Esa paridad es imaginaria, como la utopía, pero la imaginación es la facultad que hace presente lo ausente y, por eso mismo, hace de alguna manera posible lo que parece imposible. Así, la imaginación es la facultad que ensancha los límites de lo posible, la misma que el tutor de Emilio debe contener para que el niño no desee más de lo que puede y que la política debe convenientemente fomentar para asentar las instituciones sobre bases más duraderas.


Wernik, Cecilia

Historia Kiria: la utopía de Figari. La Paleta y la Utopía”

Este trabajo, pretende dar a conocer y revalorizar una obra poco conocida de Pedro Figari: la utopía Historia Kiria. Una utopía americanista, empapada de significados que nos hace imaginar creativamente una tierra de felicidad cargada del más puro humanismo que en palabras del filósofo Cesáreo nos dice “es conciencia lo que fundamenta el derecho” o la frase de Kalisia “No sospechan lo que es el amor los que no saben querer”.
El polifacético Figari fue un protagonista inigualables debates políticos en su época entre los que se encuentra el que se generó en torno a la abolición de la pena de muerte. Tuvo también sus consensos y discrepancias con José Batlle y Ordóñez.
Historia Kiria es una novela utópica, donde Figari, despliega todo su caudal ideológico plagado de la más absoluta originalidad.
A 500 años de la Utopía de Thomas Moro, vale la pena recordar a Historia Kiria, una utopía americanista que es el legado de uno de los más grandes referentes de nuestra historia del pensamiento como lo es Pedro Figari.



















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